“Otro mundo es posible”, fue la frase en la boca de todos. Con un permanente recuerdo del Foro Social Mundial de San Pablo, donde fue forjado aquel slogan, el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, y el ministro de Educación, Daniel Filmus, inauguraron ayer el Foro Mundial de Educación. “Vamos a borrar esa frontera invisible con aquellos que todo lo necesitan en esta ciudad opulenta”, destacó Telerman, que anunció que se buscará la doble escolaridad en “todas las escuelas de la Capital, pero muy particularmente en el sur, al que todo le falta”. En el acto –del que participó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto– se desplegó una bandera con los rostros de los docentes desaparecidos y se recordó sus nombres. La ceremonia concluyó con una marcha por “educación pública, inclusión y derechos humanos” que culminó en la Plaza Artigas. Los organizadores señalaron que se trató de un gesto de amistad por el conflicto con Uruguay, sobre el que no faltaron menciones.

El Foro, que nació en Porto Alegre en 2001, reunió ayer a cerca de cinco mil personas en el acto inaugural realizado en el Centro Municipal de Exposiciones, organizado por el gobierno porteño, Abuelas, Ctera, el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) y el Laboratorio de Políticas Públicas. De las más de 300 actividades, participan organizaciones de derechos humanos, sociales, culturales, gremiales, docentes de las distintas provincias y también delegaciones de Brasil, Colombia, Perú, Venezuela, Chile, Bolivia, Uruguay, México, Paraguay, Nicaragua, Italia y Cuba.

En la inauguración, también se pudo ver a dirigentes de los distintos sectores de la política porteña, desde el kirchnerismo –el titular de Barrios de Pie, Jorge Ceballos improvisó un discurso al comienzo– hasta el macrismo, por el que participó el joven legislador Marcos Peña. Al secretario adjunto de Ctera, Francisco “Tito” Nenna, le tocó leer el documento del Foro. “El capitalismo es un proceso de deshumanización, por eso sostenemos una pedagogía política humanizante que revierta este proceso”, sostuvo.

“Vamos a construir otro mundo si entendemos que la educación y la inclusión son clave”, agregó Filmus, que aludió al conflicto con Uruguay por las papeleras. “La memoria de Artigas y San Martín nos impide imaginar un futuro que no sea en común”, remarcó. “El hartazgo de nuestros pueblos ante políticas perimidas y la expresión en las urnas nos demuestra que otro mundo es posible”, consideró.

Telerman también se refirió a los uruguayos, a los que llamó “irremediablemente, irreversiblemente hermanos”, consideró que Cuba es “un ejemplo de políticas educativas” y destacó que “desde los setenta, comenzó un plan de los sectores más concentrados que hizo de nuestro país una de las regiones más inequitativas”. “A cuadras de acá, esas políticas perversas crearon una frontera invisible, donde viven hermanos en condiciones que nos producen un escándalo moral”, afirmó. Luego dijo que su gestión buscará la doble escolaridad en todas las escuelas, que los edificios sean “impecables” y “las condiciones salariales sean dignas”.

Luego pidieron un minuto de aplausos por los docentes desaparecidos, se desplegó una bandera con sus rostros y, como en una coreografía, distintos dirigentes fueron leyendo los nombres, hasta finalizar con Carlotto. “Vengo con una doble sensación, como maestra que siempre seguiré siendo y como Abuela de Plaza de Mayo. La lucha docente está ligada a los derechos humanos, ya que es por el bien común”, planteó en diálogo con Página/12.

“Ningún maestro trabaja para el mercado o por la mercancía”, afirmó Carlotto en el panel inicial, del que formaron parte el ministro de Educación porteño, Alberto Sileoni; el titular de Ctera, Hugo Yasky; el titular del MNER, Eduardo Murúa, y Emir Sader, del Laboratorio de Políticas Públicas. “Los pobres tienen cuatro años menos de escolaridad que los no pobres”, aseveró Sileoni, quien destacó que el Foro “no es sobre asuntos educativos, sino sobre la construcción de ciudadanía”. La charla derivó en una marcha a la Plaza Artigas, donde tocó un grupo toba.

Informe: Werner Pertot.