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“No es una buena noticia que la región haya caído en la zozobra. Si le va mal a un vecino, en este mundo globalizado, es muy posible que nos siga afectando tanto como nosotros estamos afectando a nuestros hermanos”, sentenció ayer el presidente Eduardo Duhalde. Sin embargo, se manifestó confiado en que “en 90 días, al superar la falta de acuerdo con los organismos internacionales y solucionar el problema del sistema financiero, toda la potencialidad de la Argentina puede recuperarse”.
En su habitual programa “Conversando con el Presidente”, que se emite por Radio Nacional, monologó desde Salta, donde se reunió con los gobernadores justicialistas de la región del Noroeste Argentino. “En este momento Brasil necesita colaboraciones, porque es la novena economía del mundo y su arrastre podría perjudicar a toda Latinoamérica”, reconoció.
La crisis financiera que se desató esta semana en Uruguay y Brasil hizo que el Presidente vuelva a bregar desesperadamente por un poco de dinero fresco. “Creo que la región tiene que insistir para que se entienda que debe ser apoyada y muy asistida por las dificultades que tiene”, enfatizó Duhalde una vez más. El primer mandatario indicó que “es evidente que los organismos internacionales han cambiado la forma de actuar y esta morosidad es también muy preocupante porque cuando un país tiene problemas, como el que tenemos nosotros o Brasil, hay que atacarlo muy rápidamente”.
A todo esto, el jueves pasado renunció Mario Blejer a su cargo de titular del Banco Central. Tiempo atrás Duhalde le había pedido que permaneciera en su puesto y Blejer le había concedido unas semanas de paciencia. Pero luego de la retirada anticipada, Duhalde salió a enfriar los nervios. “Blejer seguirá conectado con el gobierno”, aseguró. Su nueva tarea será trabajar en Estados Unidos en todo lo referente a la negociación de la deuda externa. “El doctor Blejer me había anticipado hace 20 días que quería en julio terminar con su presidencia, está dispuesto a seguir trabajando con nosotros, pero ya en Estados Unidos, con todo lo que esté vinculado con la negociación que hay que hacer con la deuda”. Conocida la noticia y sus repercusiones, Duhalde se acordó de que “ahora tenemos que elegir otro presidente” para el Banco Central y adelantó que “la semana que viene comenzaremos a hacer el análisis”.
En su tono más que entusiasta con el que se expresa a través de su programa radial, Duhalde aprovechó la ocasión para recordar que “en 90 días se producirá la reinserción en la comunidad internacional y el restablecimiento del sistema financiero para que toda la potencialidad de la Argentina pueda recuperarse muy rápidamente y cortar con esta recesión que ya lleva cuatro años”. Asimismo, volvió a insistir con que “lo peor de la crisis ya pasó”. “Hay datos estadísticos claros que hablan de un proceso de recuperación. Hoy tenemos apertura de nuevas fábricas, ampliación de otras y aumento de las exportaciones, y hay signos de que se está comenzando a mover todo el espectro industrial argentino”, se explayó, Duhalde.
Luego de la reunión, que se prolongó hasta la madrugada en Salta con los gobernadores justicialistas del noroeste, el Presidente exhortó a que el justicialismo ingrese “en una etapa de reorganización para que todos los candidatos puedan participar” de elecciones internas abiertas. Por supuesto, rechazó otra vez la hipótesis de un adelantamiento de elecciones generales, y consideró que pensar en elecciones para setiembre del 2003 es un “tiempo corto”, y además aseguró que no piensa quedarse en su cargo más allá de esa fecha. Si bien Duhalde cosechó el respaldo de los gobernadores justicialistas a su idea de que todos los precandidatos presidenciales participen de las elecciones internas partidarias, la puja del peronismo se recalentó al producirse un nuevo cruce entre menemistas y dirigentes de otros sectores.
Mientras, Duhalde permanecerá hoy en Purmamarca, Jujuy, junto a su esposa Chiche, quien le habría recomendado descansar. Para mañana tieneplaneado viajar a La Rioja a inaugurar una aceitera, y después participar en un acto junto a su enemigo en la interna peronista: Carlos Menem.