El dato no pasó por alto en el Comité Nacional de la UCR. Con menos de una semana de diferencia, el gobernador mendocino, Julio Cobos, habló en el acto de Gualeguaychú junto al presidente Néstor Kirchner y luego viajó junto a él a Viena. Quizá fue esta cercanía la que desató el rumor de que Cobos podría acompañar a Kirchner en 2007 como vicepresidente. “Podría ser él o (el ex gobernador correntino) Ricardo Colombi”, se entusiasmó un radical cercano al Gobierno. A este rumor se sumó una cifra: más de 40 intendentes radicales asistirían al acto del 25 de Mayo. “Nos incomoda, pero tampoco nos quita el sueño que vaya en el avión a Viena. Yo sigo pensando que Cobos es una persona del partido”, destacó la secretaria de la UCR, Margarita Stolbizer, quien opinó que “si la plaza forma parte del proyecto reeleccionista de Kirchner, ningún radical tendría que ir”.

“Es imposible que el radicalismo lo acompañe a Cobos en un fórmula del Frente para la Victoria”, auguraron desde el entorno del titular de la UCR, Roberto Iglesias. Fragmentado en disímiles alianzas provinciales, el partido centenario sigue debatiéndose entre un rol oficialista u opositor. Mientras los gobernadores radicales mantienen una cercanía –a veces no demasiado disimulada– con el Gobierno, el núcleo duro de opositores se concentra en el Parlamento. También allí existe un grupo díscolo, que protagonizó una polémica cuando votó a favor de la reforma del Consejo de la Magistratura. Iglesias amenazó con echarlos del partido, pero finalmente el castigo quedó en la nada en el Tribunal de Conducta y Disciplina. El entuerto llegó hasta la última cumbre en Pilar, donde no asistieron los gobernadores oficialistas.

Los intendentes radicales tampoco pudieron consensuar una posición sobre el Gobierno en otro encuentro en Mar del Plata. Sin embargo, varios ya se anotaron en el libro de pases K. “Se sumarán más de 40 intendentes de la provincia de Buenos Aires, de Corrientes, de Santiago del Estero, de Catamarca, de Córdoba. Se van a movilizar el 25, porque no es una plaza partidaria”, destacó el radical Roberto Porcaro, que talla en el armado de la corriente Compromiso K. “De ninguna manera vamos a ser tan ingenuos para pensar que es un festejo patrio. Los que vayan no representan a la UCR”, contraatacó el bonaerense Ricardo Alfonsín.

En junio habrá una nueva cumbre y en agosto podría ser el momento de las definiciones. A la hora de pensar quiénes pueden ser los socios, también surgen diferencias dentro del espectro opositor. Iglesias tuvo un acercamiento con Ricardo López Murphy en 2003 y podría repetirlo, ahora que el Bulldog se muestra reticente a continuar su alianza con el diputado part-time Mauricio Macri. Otros sectores imaginan al socialismo como aliado (la coalición existe en Santa Fe) junto a la CTA o el ARI, aunque Elisa Carrió es la figurita difícil. “Sería cuestión de empezar a hablar por teléfono”, propusieron cerca de Iglesias. “Carrió pareciera que se ha corrido a la derecha. Una alianza de conductas con López Murphy se volvería ingobernable”, planteaba Alfonsín y Stolbizer coincidió: “No tiene que ser un amontonamiento para una elección”.

Informe: Werner Pertot.