EL PAíS › MENEM CARGO CONTRA EL PLAN DEL GOBIERNO Y CONTRA DUHALDE
“Es la ineptitud para gobernar”
Desde Chile, el ex presidente y ex preso atacó duramente a su ex vice, a su plan, criticó la devaluación y pidió dolarizar. Pero, además, se entrevistó con empresarios, llamó a otros y hasta habría hablado con Aznar.
Por Diego Schurman
Carlos Menem rompió el silencio. El ex presidente acusó a Eduardo Duhalde de “inepto”. Lo responsabilizó por la caída de sus sucesores. Y, como si fuera poco, consideró “pésimo” el plan económico que decidió la devaluación. Las duras críticas del ex presidente no llegaron sólo para marcar diferencias con su peor enemigo sino también para confirmar su alianza con el poder financiero. Menem habló con tal dureza luego de mantener contactos telefónicos y personales con empresarios y representantes extranjeros, quienes vienen ejerciendo un fuerte lobby para resistir a los cambios.
Menem recuperó la voz en un reportaje ofrecido al diario El Mercurio, de Chile. Desde la asunción de Duhalde, el ex mandatario había optado por el tono impersonal de los comunicados del Consejo Nacional Justicialista, el órgano partidario que preside.
Si bien Menem centró sus críticas en Duhalde, las diatribas se extendieron hacia Raúl Alfonsín y Carlos Ruckauf. Según su particular visión, a los tres los encuentra socios en la embestida y posterior derrocamiento de Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá.
El ex presidente conversó del nuevo paquete económico con Gregorio “Goyo” Pérez Companc, con quien se encontró en Santiago de Chile. Se trata del hombre fuerte de unos de los principales grupo económicos, ahora abocados a los negocios del petróleo y las comunicaciones.
También mantuvo contactos telefónicos con el directivo de Repsol-YPF, el español Alfonso Cortina, y representantes de grupos de bancos, a quienes los laderos de Menem se preocuparon en preservar la identidad.
En cambio, aseguraron sueltos de cuerpo que existió un llamado al jefe de gobierno español, José María Aznar. El vocero del ex mandatario, Federico Azzarini, fue críptico al respecto. “Oficialmente no hay nada sobre un llamado a España.”
Lo cierto es que el interés del ex presidente fue unívoco: se hizo eco de la preocupación de algunos grupos económicos concentrados que en los últimos días vienen ejerciendo fuertes presiones y demostrando capacidad de lobby en la Casa Rosada.
La manera de defender esos intereses fue el eje de las conversaciones que Menem mantuvo con un grupo de colaboradores, que el domingo se trasladaron especialmente a Chile para pergeñar los próximos pasos.
–Acá se buscó salir de la convertibilidad para entrar en el dirigismo, y eso no lo vamos a tolerar– señaló a Página/12 el ex diputado Javier Mouriño.
–En este contexto, ¿los dichos de Menem no pueden ser tomados como conspirativos?
–Acá ha habido un asalto al poder destinado a cambiar el rumbo económico.
Claudio Sebastiani y Alberto Tell fueron otros de los que volaron el domingo a la capital chilena para compartir palabras, vinos y buenos momentos con Menem, su mujer Cecilia Bolocco y el siempre presente secretario privado Ramón Hernández.
Alberto Kohan, Carlos Corach y Eduardo Bauzá, quienes supieron ser las principales espadas del menemismo en los ‘90, no hicieron oír sus voces. No por desinterés: los tres se encuentran de vacaciones.
Probablemente por eso Jorge Castro apareció prácticamente solo en la defensa de su jefe. “Estas políticas populistas van a tener respuestas en el sistema internacional y en primer lugar de los Estados Unidos, no en un intento de oprimirlas o combatirlas, sino que la respuesta estará basada en el frío, en el aislamiento”, dijo, siguiendo la línea de Menem en un reportaje radial.
Castro es un defensor a ultranza de la “dolarización” de la economía. Y el menemismo defendió esa postura en el Parlamento, y por eso no votó al paquete del ministro Jorge Remes Lenicov.
Es en ese marco que el diputado Adrián Menem salió anoche a defender a su tío. “Quien vea los dichos de Carlos Menem como una actitud golpista es porque desconoce la realidad. El lo que hace es fijar posición política. Lo mismo hizo cuando recomendó que compren dólares”, dijo.
En abril del año pasado, Menem aseguró: “Todo argentino que tenga un peso, que compre dólares lo más rápido posible”. Lo hizo cuando supo que Domingo Cavallo buscaba devaluar a través de una canasta de monedas, que además del dólar incorporase al euro.
En ese momento Duhalde contestó, lacónico: “No es propio de un ex presidente formular declaraciones que pueden generar zozobra en momentos de crisis”. Ayer, el Presidente, no sólo optó por el silencio, sino que ordenó hacer los propio a todo su gabinete. Los únicos que salieron a contestar fue un grupo de legisladores (ver recuadro).
Para fortalecer la embestida, ahora un grupo de menemistas prepara una solicitada. Sondearán entre los gobernadores justicialistas de las denominadas provincias “chicas”, a quienes imaginan quejosos por la crítica situación de sus distritos. Muchos de estos gobernadores se negaron a integrar el gabinete de Duhalde.
“Duhalde reactualizó las heridas de unitarios y federales con la provincialización del gobierno federal y difícilmente le alcance para salir adelante”, reflexionó en voz alta Alberto Lestelle, quien anunció un encuentro de la armada antiduhaldista para este mismo fin de semana.
Lestelle, Mouriño y Adrián Menem repitieron el argumento de su jefe sobre la existencia de “operativo bonaerense” –encabezado por Duhalde, Alfonsín y Ruckauf– que terminó con la toma del poder. “Duhalde entró por la ventana, no lo eligió la gente, sino los legisladores”, atizó el sobrino preferido del ex mandatario.
“¿Qué pasó en la gente? ¿De pronto se le fue el hambre? ¿No hay más protestas”, continuó, junto a sus socios políticos, desparramando sospechas hacia el trío bonaerense con un argumento rengo. Es que la posibilidad de nuevos estallidos en el distrito está en boca de todos y, además, el domingo, el martes y ayer se repitieron los cacerolazos en la Capital con fuertes críticas a Duhalde.