Néstor Kirchner y Michelle Bachelet realizarán hoy un fuerte gesto para distender las relaciones bilaterales entre Argentina y Chile. Después de los últimos tironeos por el precio del gas y por un mapa de la Secretaría de Turismo, los presidentes se encontrarán en Mendoza y pondrán en marcha la licitación del ferrocarril trasandino.

Kirchner y Bachelet llegarán entre las 10.15 y las 10.30 al sector militar de la Cuarta Brigada Aérea y desde allí se trasladarán en helicóptero a una bodega chileno-argentina, ubicada a 25 kilómetros de la capital provincial.

Según fuentes oficiales, los presidentes mantendrán una reunión privada de “agenda abierta”. Este término mereció una apurada aclaración del vicecanciller chileno, Alberto Van Klaveren. “Si bien la reunión es de agenda abierta, los Hielos es un tema de carácter técnico que se va a tratar a nivel de Cancillería, como se está tratando permanentemente”, dijo. Van Klaveren aludió así a la franja de los Hielos Continentales que aún está sin demarcar desde el acuerdo de 1998, cuando se puso fin al último diferendo limítrofe con el país trasandino. Este último ítem significó un cruce de declaraciones entre las cancillerías de ambos países, luego de la difusión de un mapa de la Secretaría de Turismo de la Nación, en el que los Hielos aparecen como territorio nacional.

Este no es el único tema que produjo fricciones bilaterales. El incremento del impuesto al gas que le impuso Argentina a Chile también generó un fuerte cortocircuito. En Santiago hubo airadas quejas cuando el gobierno argentino trasladó a Chile el incremento de precio del gas que le compra a Bolivia. Para peor, el ministro de Planificación, Julio De Vido, dijo que la suba sería de 3,80 dólares el millón de BTU, pero al poco tiempo se anunció formalmente un incremento a 4,80 dólares. La presidenta socialista recibió duras críticas de sectores de derecha de su país, que recordaron la inconveniencia de sus relaciones políticas con Kirchner.

La foto de hoy en Mendoza buscará encauzar la integración regional, dejando bajo un paraguas la discusión del gas. El tren trasandino, cuya licitación internacional se presentará mañana, tendrá fuerte incidencia económica y su obra demandará una inversión de 299 millones de dólares. “Este proyecto tiene por objeto desarrollar mejor el comercio bilateral, abrir mejores puertas a la conexión con el Pacífico y agilizar la integración física con Chile”, dijo el canciller argentino Jorge Taiana.

En este aspecto, Van Klaveren también se mostró optimista ante el diario La Tercera. “Esta es una señal de normalización de las relaciones con Argentina; una relación fundamental, con 5500 kilómetros de frontera, con una gran actividad y básicamente se va a centrar en proyectos de integración y conectividad entre Chile y Argentina”, destacó el segundo de la Cancillería trasandina.

Según los informes de las obras, está previsto su funcionamiento en diciembre de 2009 cuando queden unidas por las vías férreas la localidad mendocina Luján de Cuyo y la chilena Los Andes, en un tramo aproximado de 225 kilómetros entre ambos países.

La elección de la bodega Trivento, ubicada sobre la ruta 60 en el departamento de Maipú, se debió a que la firma tiene capitales mixtos –el grupo Concha y Toro, de Chile, junto con empresarios argentinos–, por lo que se hizo hincapié en dar una señal de hermandad. El radical Julio Cobos no fue ajeno a la hora de determinar el escenario de la cumbre. El gobernador de Mendoza es mencionado desde hace un tiempo como posible candidato a vicepresidente de Kirchner. Cobos será testigo privilegiado de los discursos que, tras el almuerzo de rigor, dirigirán los presidentes antes de retornar a Buenos Aires, en un caso, y Santiago de Chile, en el otro.