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La diputada Elisa Carrió adelantó que se pondrá en contacto con Luis Zamora para consensuar una posición común frente a la convocatoria a elecciones. El ARI amenaza con abstenerse de participar si no se renuevan los mandatos para todos los cargos, propuesta a la que ahora podría sumarse Zamora, lo que dejaría el llamado del Gobierno muy malherido. No por nada, ayer el presidente Eduardo Duhalde se enojó con Carrió y su postura abstencionista. “Me parece bien lo que dice porque no tiene posibilidades de sacar votos”, dijo el Presidente.
Hasta el sábado, Zamora no quería saber nada de cualquier conversación con Carrió pero ese día deslizó la posibilidad de “hacer un planteo juntos y en público” para exigir que en marzo se vote todo. “La abstención no es algo que me guste”, amplió ayer el diputado en diálogo con Página/12. “Pero no podemos pasarnos diez meses entretenidos en una convocatoria sólo para cambiarle la cara al presidente. Acá hay que concretar el que se vayan todos que reclama la gente”, agregó.
Zamora imagina que en los próximos días también organizaciones sociales, de derechos humanos, asambleas barriales y movimientos de desocupados sumarán sus voces al reclamo generando una especie de frente contra una elección restringida. Carrió ayer recogió el convite y opinó que, en este tema, con Zamora “pensamos parecido”. Y que sería bueno que unifiquen una posición porque juntos podían hacer cosas “en el campo de la defensa de las instituciones”. Hasta el momento, y pese a las sugerencias de Carrió, Zamora nunca quiso avanzar en la posibilidad de armar una fórmula conjunta para estos comicios. Ahora, a partir de los contactos que puedan darse para unificar posiciones ante la convocatoria, hay quienes imaginan que también podría iniciarse una relación con consecuencias electorales.
Lo concreto es que los dos candidatos opositores que mayor adhesión cosechan en las encuestas podrían no presentarse en las elecciones si no se renuevan todos los cargos. “¿Cómo puede ser que Duhalde, a quien no votó nadie, nos diga ahora qué tenemos que elegir?”, explicó Zamora.
La posibilidad mantiene intranquilo al Gobierno porque pondría en tela de juicio la validez de la convocatoria. “Si se fueran todos tendríamos un gravísimo problema”, respondió Duhalde ayer, en una visita a Córdoba. “Ningún presidente en este momento sacaría en primera vuelta más del 20 por ciento, y si con esa primera vuelta se eligen los legisladores vamos a tener un presidente sin Congreso, lo cual también sería un disparate”, justificó. También su vocero, Eduardo Amadeo, habló contra Carrió y Zamora porque, sostuvo, están pidiendo que las elecciones se hagan este año con lo que dejarían a 600 mil jóvenes sin poder votar “porque los nuevos padrones no van a poder estar”.