EL PAíS › VIOLENTA REPRESION A MUNICIPALES
Córdoba en rebelión
in fecha de pago a la vista, la asamblea gremial fue agitada y terminó en una marcha duramente reprimida. La ciudad tiene hasta el servicio de recolección de basura suspendido.
Por Mónica Gutiérrez
El gobierno municipal de Germán Kammerath pende de un hilo. En rigor, de la decisión de José Manuel de la Sota de sostenerlo hasta el final de su mandato, o dejar que caiga por su propio peso, acorralado por los múltiples frentes de conflicto que se viven en la ciudad de Córdoba. Sin inspectores de tránsito, con la basura domiciliaria sin recolectar y carencias de insumos básicos en cada dispensario, la capital provincial es una auténtica ciudad del Tercer Mundo. La falta de pago de los sueldos municipales completó el panorama y el centro fue escenario, otra vez, de disturbios y represión. La oposición radical analizó la convocatoria en el Concejo Deliberante a una “concertación política y social para declarar la emergencia institucional” en la ciudad. Algún sector político evalúa más seriamente el pedido de un juicio político.
El 19 de diciembre pasado el Palacio Municipal quedó destruido cuando una asamblea de empleados terminó en violentos desmanes. Ayer volvió a pasar y 12 personas resultaron heridas por las balas de goma que la policía descargó en los manifestantes. La falta de una fecha de pago de los sueldos enardeció a los empleados, que vienen denunciando licitaciones irregulares y desmantelamiento de servicios desde hace dos años.
Germán Kammerath culpó una vez más a la situación nacional, pero sus palabras no alcanzaron para tapar la realidad que los cordobeses viven desde hace meses:
u Kammerath concesionó el transporte público, pero el nuevo sistema no pudo ser inaugurado en su totalidad. Las empresas no pagan a los choferes y no cumplen con la provisión de colectivos.
u La empresa recolectora de basura suspendió varias veces el servicio porque la Municipalidad no le paga.
uLos dispensarios y hospitales sufren la falta de insumos para la atención primaria y algunos no disponen de los medicamentos más básicos e indispensables.
u La comuna tiene un alto endeudamiento con bancos públicos y privados, y en los últimos meses pagó a sus proveedores con cientos de cheques que fueron rechazados por falta de fondos.
“Creo que la situación financiera que condujo a la falta de prestación de servicios básicos es mucho más grave de lo que se da a conocer públicamente”, se lamentó Laura Sesma, concejal por el Frepaso. La legisladora sostuvo que “la interna entre ucedeístas y justicialistas y dentro del mismo peronismo es atroz, lo que se suma a la ineficiencia de un gobierno que provocó que en Córdoba hoy no haya nada que funcione”.
Ayer, el rumor de la renuncia de Kammerath fue creciendo con las horas. El intendente lo desmintió más de una vez y el bloque de concejales radicales aprovechó para plantear, emulando el escenario nacional, “un gobierno municipal de salvación”, con la participación del gremio, de proveedores y de todas las fuerzas políticas representadas en el Concejo. “El futuro del liberal sólo depende de que De la Sota permita o evite su caída”, declaró a este diario una alta fuente de Unión por Córdoba, la coalición de partidos que lidera el gobernador. La última actitud de salvataje hacia Kammerath fue el arribo de varios funcionarios peronistas al Palacio Municipal, los mismos que ayer faltaron a la reunión de gabinete que lideraba el intendente en sus oficinas, al tiempo que se producían los incidentes.
Sesma recordó que después de haber aumentado la planta política en más de 80 cargos, Kammerath recibió a los funcionarios delasotistas “que vinieron a sumar en lugar de reducir”.