Ni el extenuante calor misionero impidió que el ingeniero Juan Carlos Blumberg ingresara a la conferencia de prensa trajeado de negro y con una corbata del mismo color. Tras la marcha que protagonizó anteayer en Oberá, brindó una conferencia de prensa en plena veda electoral, donde llamó a votar contra la reelección indefinida del gobernador Carlos Rovira. Consultado por Página/12, se mostró más cerca de aceptar la candidatura que le ofreció el diputado part-time Mauricio Macri. “Si tengo que sacrificarme en beneficio de los demás, lo voy a hacer”, dijo. Sin embargo, postergó la definición para más adelante.

Recién llegado de Paraguay, donde participó por la mañana de un programa de televisión, Blumberg eligió para su conferencia de prensa el céntrico Hotel Posadas, justo enfrente de la gobernación y de la plaza 9 de Julio, que fue hasta hace unos días arena política de oficialistas y opositores. “No a la re-re de Ro”, gritaba marcando las erres un hombre de bigotes mostachos y sombrero panamá, mientras agitaba algunos volantes de la coalición opositora. “Vote a monseñor, que va a ser el ganador”, insistía, mientras la gente pasaba a su alrededor. Algunos sonreían, otros ni aceptaban el volante. A pocos metros, en dos prolijas carpas los roviristas respondían a consultas del padrón. Al costado de la carpa, un cartel rezaba: “K SI - R SI”, mientras se multiplicaba por cientos la foto del gobernador con Kirchner en las paredes de Posadas.

Lejos del sol, en el subsuelo del hotel, se sentaron con Blumberg algunas de sus habituales compañías, como el rabino Sergio Bergman, los familiares de víctimas Constanza Guglielmi y Marcelo Bragagnolo y la candidata a constituyente opositora Juana “Ticha” Barbaro, hermana de Marilyn, asesinada en Oberá el 17 de abril de 2004. En el crimen está imputado Matías Ortiz, hijo de la diputada rovirista Marlene Carballo. “En Europa, Misiones está en los mapas turísticos señalado con rojo, porque es un lugar donde son cotidianas la corrupción de menores y la venta de niños”, sostuvo. “He visto personalmente cómo se llevaban a una nena de 8 años y nuestros gritos de desesperación no tuvieron eco”, relató.

El ingeniero no perdió el tiempo y apuntó contra Rovira. “Las actualizaciones constitucionales en este país han sido siempre nefastas. Busca modificar la Constitución solamente para perpetuarse en el poder. Eso es crear un feudo”, opinó. También se refirió a las denuncias de la oposición sobre DNI sin foto desviados a punteros políticos. “Acá se quiere hacer un fraude. Nosotros pedimos documentos inviolables. ¿Ese es el nuevo documento del que me hablaba el ministro del Interior?”, azuzó Blumberg. “Ponen en el Tribunal Superior a Ramona Velásquez, que se recibió de abogada a los 60 años. Su único mérito es que es amiga de Rovira”, criticó.

“¿Cómo puede ser que se quiera dar comida por un voto? Eso es lamentable. Hay que frenar esto de la reelección por el bien de sus hijos. Si no hay alternancia, no hay democracia”, consideró el padre de Axel, cuyo discurso fue tomando un tinte de candidato. “Este es el granero del mundo. ¿Cómo puede ser que una provincia como Misiones, donde cualquier cosa que tirás, crece, sea pobre? Tenemos aquí gente hermosa, pero malos dirigentes”, señaló. “Hemos dejado espacios vacíos y los han ocupado mal”, sostuvo Blumberg, que había sido tentado por Macri, antes de que comenzara el juicio de Axel para ser el candidato de PRO a la gobernación bonaerense. En ese almuerzo en el Hotel Sofitel –y en cada oportunidad en la que un periodista le preguntó– su respuesta fue la misma: “Lo analizaré después del juicio de Axel”.

La sentencia –que Blumberg calificó de “una mierda”– llegó esta semana. En su entorno negaron que hubiera retomado contactos con Macri y se limitaron a señalar que “ahora va a ir por los jueces”. Sin embargo, ayer ensayó una respuesta: “Yo recién terminé el juicio. No sólo hubo ofertas de Macri, sino de mucha gente. Lo voy a analizar con seriedad, como he analizado todos los actos de mi vida”, indicó, sin dar mayores pistas de qué otra candidatura podría estar considerando. “La gente en la calle me lo pide, pero hay que pensar cómo se va a hacer, quién me va a acompañar, porque esto se trata de equipos”, estimó Blumberg. “Cuando lo decida, no le quepa ninguna duda de que lo va a saber”, prometió.