Luego de una hora y media de asamblea, el personal no médico del Hospital Francés volvió a exigir el alejamiento del interventor, José Luis Salvatierra, el desprocesamiento de los delegados gremiales y una nueva reunión con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para resolver la reactivación del lugar. En ese contexto, mañana harán una nueva asamblea que se extenderá, dicen, hasta conseguir alguna respuesta. Salvatierra, en tanto, aseguró que no se irá hasta que le llegue una indicación oficial.

En la asamblea de ayer, un grupo de doscientos trabajadores que participó de forma rotativa se reunió en el hall central del hospital para analizar la convulsionada agenda del conflicto. El personal no médico del hospital (unos 1329 empleados) tiene cuatro meses de sueldos adeudados y un conflicto sindical de un año y medio de antigüedad. En este momento, y tras los episodios de violencia del 7 de octubre, administrativos, paramédicos y delegados negocian un acuerdo con el Gobierno y el sindicato de Sanidad.

“Nos ofrecen 80 por ciento de los sueldos adeudados, y ni siquiera van a tomar en cuenta un aumento del 19 por ciento que conseguimos en el mes de junio por las paritarias”, explicó en diálogo con Página/12 Mónica Melián, enfermera de terapia intensiva y delegada del Anexo. La propuesta del sindicato se discutió y se rechazó en la asamblea de ayer con una negativa masiva y cerrada, y sólo dos abstenciones. Ahora los trabajadores estudian una alternativa para discutir con el Gobierno, que debe dar cuenta, además, de un fideicomiso prometido a los trabajadores.

“Nosotros acordamos con la modalidad de que haya una intervención en la dirección del hospital, pero no queremos que sea Salvatierra”, explicó José Víctor Garay, otro delegado. Entre otras razones, responsabilizan al interventor cercano al albertismo porteño de los desmanes y las patotas que entraron en el hospital a reprimir, encabezadas por el ahora procesado Sergio Muhamad, ex empleado del Gobierno de la Ciudad, ligado al kirchnerismo.

Como sucedió con seis delegados del hospital, Salvatierra y Muhamad terminaron procesados el viernes pasado por el juez de instrucción Javier Anzoátegui. Para sorpresa de los trabajadores, todos fueron imputados por igual por los desmanes. David Garuti, delegado del Francés, por ejemplo, se ganó la misma calificación que Muhamad como supuesto coautor de “lesiones leves, amenazas simples, atentado a la autoridad agravado por haber sido cometido en reunión de más de tres personas y daño agravado”.

“Evidentemente, los trabajadores actuaron en defensa de la fuente de trabajo y por el derecho a la salud de los pacientes, y eso terminó siendo encuadrado en un proceso y equiparado a quienes ocuparon el hospital y destruyeron las instalaciones”, dijo el abogado de los delegados, Marcelo Parrilli, a Página/12. Con la apertura de las causas, el escenario de la confrontación con el Gobierno se altera: “Es común que se intente perseguir a los trabajadores con causas judiciales –dijo Parrilli–, durante el menemismo se incrementó y en la dictadura los desaparecían”. Durante el día, Salvatierra salió a responder a las versiones que lo desvinculaban del cargo. “Estoy cumpliendo mis funciones”, expresó.