El nombre del Banco Mundial fue la única palabra repetida de bandera en bandera. “Banco Mundial –se leía– no aprobés los créditos de la muerte” o “Banco Mundial no traigas contaminación a estas tierras”. Como lo vienen haciendo desde hace ya casi un año, montados en coches o a pie, cientos de asambleístas y vecinos de Gualeguaychú volvieron ayer a la ruta y protestaron durante cuatro horas para impedir, esta vez, que el BM otorgue un crédito a la empresa Botnia para que termine su planta de celulosa en Uruguay. El organismo de crédito se pronunciará sobre el crédito esta semana. Dos vecinos de la ciudad viajaron a Washington para hacer presencia en la sede central en el organismo.

“Yo quisiera que todo el país pudiese ver lo que hoy está pasando acá”, decía entusiasmado Juan Veronesi, un docente ya jubilado, en medio de la caravana de vecinos que salió a protestar a las tres de la tarde de ayer para vivar contra los créditos. “Quisiera que todos estuvieran acá –insistía– para ver que toda la ciudad sale a la calle y aplaude desde las veredas.”

A las ocho de la noche concluían las cinco horas de protesta. Esta vez los vecinos no se pararon sobre el Puente Internacional a Uruguay, sino que caminaron en caravana sobre la ruta provincial 20, primero, y luego sobre la 14. “Salimos desde Gualeguaychú por el sur y luego de varias horas de caminata regresamos por el norte”, continuó Veronesi.

La semana pasada, los asambleístas habían estado más de 48 horas ante el Puente Internacional en coincidencia con el desarrollo de la cumbre de presidentes iberoamericanos en Montevideo. Entonces, habían advertido que los cortes, protestas y el estado de movilización continuaría a pesar de que el rey Juan Carlos de España surgió como mediador en el conflicto entre argentinos y uruguayos. Ayer, la protesta se repitió.

“Para nosotros, estos días son clave porque estamos esperando las respuestas del Banco Mundial”, indicó Pedro Pavón, uno de los fundadores del movimiento de asambleístas. El próximo 16 de noviembre el organismo se pronunciará acerca del crédito que pidió Botnia para terminar de levantar la fábrica en Fray Bentos.

Para evitar una decisión a favor de la papelera finlandesa, los asambleístas enviaron a Washington a un representante propio y a uno de los vecinos uruguayos. “Allí se reunirán con directivos del Banco para contarles cuál es la situación que está viviendo la ciudad –explica Pavón–, cuáles serán las consecuencias para el medio ambiente y económicas.”

Por Entre Ríos viajará Oscar Bargas y por Uruguay, Laura Medina, la hija de una de las referentes uruguayas que se opone a las papeleras. El viaje estará coordinado por el Centro de Estudios de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha) a través de su secretario ejecutivo, Daniel Taillant, esposo de la secretaria de Medio Ambiente de la Nación, Romina Picolotti, quien ya estuvo en Washington para reunirse con los representantes de los diferentes países que integran la conducción del BM.