De vacaciones hasta el 14 de enero en Villa Gesell, una costumbre que repite desde hace cuatro años, el intendente de Córdoba, Luis Juez, habló telefónicamente con Página/12 y entregó sus primeras declaraciones explosivas del año. Dijo que va a ser el gobernador en representación de una “gran concertación política integrada por peronistas, radicales y socialistas”, y acusó al gobierno delasotista de ser una réplica “tardía” del menemismo. En el plano político, confirmó su alineamiento con el proyecto de Néstor Kirchner y rescató al delfín presidencial en la provincia, Héctor “Pichi” Campana, con quien mantuvo varias diferencias a lo largo del año que pasó.

Se levanta temprano, lee los diarios y parte a la playa junto a su mujer y sus tres hijos. Ese es el principal entretenimiento de unas vacaciones que por cuarto año consecutivo lo encuentran en Villa Gesell. “No tiene la locura de Mar del Plata, ni la onda fashion de Cariló o Mar de las Pampas”, dice el intendente de Córdoba a la hora de defender su destino veraniego. La rutina costera comprende caminatas por el mar, algún picadito con quienes lo reconocen y alguna que otra salida por las noches con la familia. “Somos muy de casa, y nuestros hijos son chicos, por lo que preferimos disfrutar todo lo que podamos de la playa”, confiesa Juez antes de empezar la conversación con este diario.

–Un colaborador suyo dijo que ustedes no necesitan a Kirchner para ganar, pero sí para gobernar. ¿Coincide?

–Nosotros adherimos al gobierno del Presidente por absoluta convicción. Eso no quiere decir que vamos a matarnos por sacarnos una foto con Kirchner. Queremos actuar con independencia sin marginar a nadie, entendiendo que por el endeudamiento que tiene Córdoba vamos a necesitar el apoyo de la Nación para gestionar la provincia. Pero para ganar las elecciones necesitamos de los cordobeses. No nos van a ver haciendo campaña colgados del cogote del Presidente, como lo hace De la Sota.

–¿Cuáles son los méritos del Partido Nuevo para ser una opción de gobierno provincial?

–La fortaleza de haber agarrado una ciudad destruida y haberla puesto de pie. Haber levantado una ciudad quebrada ética y moralmente, económicamente despedazada. Nuestro mayor mérito no es haber construido un partido político como herramienta electoral sino una alternativa política que en Córdoba parecía imposible por el hegemonismo que tuvo la UCR durante quince años, y que hoy tiene el peronismo.

–¿Se puede aplicar esa experiencia al interior de la provincia, donde no tienen estructura y hay Juez-dependencia?

–Se van a llevar una gran sorpresa. Salvo en algunos lugares del interior, el Frente Nuevo tiene piso, pero no techo. Es cierta la dependencia con Luis Juez, pero no estamos construyendo un partido sino una concertación extremadamente plural con sectores del radicalismo, del peronismo no delasotista, del socialismo, del progresismo, del empresariado, del campo.

–¿Es como la concertación que propone el Presidente en el ámbito nacional?

–En Córdoba sería más amplia. Estamos convencidos de que la gente se va a dar cuenta de que el gobierno de De la Sota es uno de los más corruptos de la historia de Córdoba.

–Según las encuestas, la fórmula ganadora sería Héctor “Pichi” Campana intendente, Juez gobernador.

–Necesitamos dirigentes nuevos, que tengan compromiso y decencia. Campana es uno de ellos, pero nuestra conversación con él no depende de su relación con el gobierno nacional. Si no, pareciera que alguien puede armar una fórmula en algún despacho.

–Pero Campana es el presidente del Frente para la Victoria en Córdoba y representa a Kirchner.

–Nuestra relación con Campana siempre va a ser como un dirigente local, no en su condición de referente del FPV. Eso también lo digo para algún valijero que cree que puede ser representante de Campana. Nosotros no hablamos con representantes sino de club a club. No andamos con intermediarios que encarecen al jugador y que cobran altas comisiones.

–¿Las fechas de las elecciones van a ser el punto de partida para definir las candidaturas?

–Nosotros largamos el 15 de enero con la concertación plural. Tenemos una agenda fuerte en febrero con gremialistas justicialistas, dirigentes políticos y sociales, intendentes, la mayoría de signo radical. También nos hemos reunido con casi toda la dirigencia del FPV del interior provincial que trabaja con el Frente Nuevo y con gente de Libres del Sur.

De la Sota armó un escenario en el cual vamos a tener que estar muy atentos, porque ha liberado el Código Electoral que le permite manejar a su antojo los plazos para sacar ventaja con el factor sorpresa. Hay que estar listos, con el auto en boxes para largar cuando baje la bandera. No podemos andar pidiendo pido porque no tenemos armado el equipo. A mediados de año hay que tener una propuesta clara para ofrecer a los cordobeses.

–Ustedes dicen que tuvieron un superávit de 23 millones de pesos y la oposición que deben 30 millones. ¿Cuál es la verdad?

–La derecha política y financiera de Córdoba instaló una idea temeraria de que estamos con déficit por haber aumentado un 30 por ciento el sueldo a los empleados municipales. Fue una operación de la gobernación. Nadie se animó a decir que nunca hubo un solo día de paro en una escuela municipal o en un dispensario. Para no entrar en polémicas, el 15 de enero nos vamos a juntar con la Fundación Mediterránea, que salió a decir lo del déficit municipal, y le vamos a entregar los números.

–¿Habla de “operación” porque (Juan) Schiaretti, que es su competidor a la gobernación, perteneció a la Fundación Mediterránea?

–El problema es nuestra franqueza con algunos sectores del empresariado cordobés, que están acostumbrados a vivir de los privilegios y los negocios con el Estado. Han construido una relación patológica con Schiaretti y De la Sota, y nunca dijeron nada de la gestión Kammerath, que fundió la ciudad. Para ellos, que defendieron el megacanje de De la Rúa, la convertibilidad eterna, la pesificación asimétrica, está mal que hayamos sido la gestión que más rápido recuperó el ingreso de sus trabajadores.