El teniente coronel Emilio Nani se presentó ayer por la mañana ante la Dirección de Personal del Ejército y ratificó las declaraciones que el martes pasado había realizado en un acto que se realizó en el cementerio de la Recoleta. En esa ocasión afirmó que “los derechos humanos en nuestro país siempre estuvieron en manos de terroristas”. Para graficarlo, mencionó a los actuales responsables de la Secretaría de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Matarolo. Luego de que el militar suscribiera como propias las definiciones publicadas por distintos medios, fuentes del Ejército que pidieron no ser identificadas confiaron a este diario que “el general (Roberto) Bendini tomó las medidas disciplinarias correspondientes para estos casos”. La fuente confirmó que “Nani fue sancionado”, pero no quiso avanzar más.

“La medida es de carácter confidencial”, repitió la fuente ante la insistencia de Página/12. Por todo comentario señaló que “se había cumplido con todos los procedimientos reglamentarios”. En el Ministerio de Defensa también se negaron a informar sobre la sanción que recibió Nani. En una curiosa paradoja, subrayaban que la difusión del tema le correspondía al Ejército, una escala jerárquica inferior. Lo cierto es que unos por “confidencialidad” y otros por una extraña interpretación de la pirámide invertida de la cadena de mandos, ningún funcionario informó sobre la medida disciplinaria aplicada a Nani. Luego de haber recibido dos sanciones y de tener un sumario abierto por participar con el uniforme de la fuerza en un acto en el que se reivindicó el terrorismo de Estado, no era descabellado especular con que Nani podría ser sancionado con la expulsión del Ejército. Algo que ninguno de los referentes encargados de la comunicación del sector confirmó ni desmintió.

Este teniente coronel, que luce un parche negro en su ojo derecho luego de que una esquirla lo hiriera en la represión al copamiento que el MTP hizo del cuartel de La Tablada el 23 de enero de 1989, fue el único orador del acto en el que un grupo de militares recordó a los muertos en el hecho. Constante orador en cada uno de los aniversarios del copamiento, el martes Nani embistió contra actuales dirigentes y legisladores. “Hay senadores, ministros, funcionarios gozando de impunidad cuando se sabe que asesinaron a conciudadanos”, dijo antes de reivindicar a los represores detenidos por violaciones a los derechos humanos a los que calificó como “detenidos políticos”.

En agosto del 2000, cuando el Congreso se aprestaba a votar una iniciativa que conmutaba las penas de los detenidos por el ataque a La Tablada, Nani había amenazado con devolver la medalla con la que lo había condecorado el gobierno de Raúl Alfonsín. Por esos dichos tuvo que cumplir un arresto de 15 días en Campo de Mayo. En el 2004 fue sancionado por criticar al gobierno de Néstor Kirchner luego de que el CELS difundiera que en Córdoba la instrucción a los comandos militares incluía métodos de tortura. Fue sancionado con 20 días de arresto cuando criticó la autocrítica que realizó el jefe de la Armada, Julio Godoy. Más que un hombre de principios, casi un masoquista.