Las opiniones reflejaron la actitudes de los legisladores en el recinto. Los miembros del oficialismo aplaudieron más de 50 párrafos del discurso y sonrieron ante cada ocurrencia fuera de libreto de Néstor Kirchner. Las bancadas de centroderecha, a pesar del reconocimiento de los “avances macroeconómicos” del Gobierno, criticaron el estilo “confrontativo”. En tanto, la oposición de centroizquierda se mostró incrédula con los números económicos que volcó el Presidente y criticó la “falta de propuestas”, aunque acompañó con tibios aplausos algunas definiciones sobre derechos humanos. Los radicales dijeron que llevarán ante la Justicia la confesión del Presidente sobre las “presiones” políticas y judiciales para “convalidar” las leyes de impunidad. Mauricio Macri eludió al periodismo y lejos del Congreso afirmó que “celebra” el llamado presidencial al diálogo. Elisa Carrió prefirió no concurrir a la sesión y explicó a través de un comunicado que no quiso someterse “a la violencia del Presidente”.

Mientras los presidentes de las cámaras legislativas, Daniel Scioli y Alberto Balestrini, acompañaban al Presidente y su esposa, la senadora Cristina Fernández, hasta la salida, el jefe de la bancada kirchnerista en diputados, Agustín Rossi, asumía la defensa del discurso de Kirchner. “El Presidente nos hizo ver, con el repaso de los logros obtenidos en los últimos cuatro años, que el esfuerzo de todo el pueblo argentino no fue en vano. Los resultados que enumeró no son sólo éxitos de una gestión del Gobierno, sino de todo el pueblo argentino”, sostenía.

Uno de los primeros opositores en abandonar el recinto fue el ofuscado lavagnista Jorge Sarghini. “No me gustó el discurso, hubiese preferido escuchar otra cosa, que se mirara hacia adelante. Es cierto que hay logros económicos, pero no es bueno que nos quedemos sólo en eso”, dijo el precandidato a gobernador bonaerense, que no quiso hacer comentarios sobres las críticas de Kirchner a la oposición.

Los radicales afinaron su respuesta. El presidente partidario, Gerardo Morales, y el jefe del bloque de diputados, Fernando Chironi, coincidieron en señalar que el mensaje presidencial estuvo dirigido “más que al comienzo del año parlamentario, al inicio del año electoral”. También anunciaron que recurrirán ante la Justicia para “aclarar la grave denuncia que deslizó el Presidente sobre que casi todos los partidos políticos estaban de acuerdo, cuando él asumió, en crear un pacto de impunidad”.

Con Carrió ausente en el recinto, Eduardo Macaluse fue la voz del bloque del ARI. “El Presidente ve un país que los que lo habitamos cotidianamente no vemos. Kirchner habla del buen funcionamiento de los ferrocarriles, pero basta viajar un día en el Sarmiento o en el Roca para ver que esto no así. Lo mismo pasa sobre educación, energía y petróleo”, dijo Macaluse. A través de un comunicado, Carrió justificó su faltazo para no someterse “a la violencia del Presidente” y agregó que “el cielo se puso a llorar por la utilización de los pobres que estaban en la plaza”.

“Nos hemos dado cuenta de que el purgatorio es maravilloso”, dijo el economista de la CTA Claudio Lozano, sobre el discurso presidencial. “(Kirchner) está muy mal asesorado en materia económico-social; todos los datos presentados sobre distribución del ingreso son falsos. Esta Argentina se sostiene comiéndonos el futuro: el 57 por ciento de nuestros pibes vive en hogares pobres y la recuperación de la economía se basa en la depredación del ambiente y los recursos naturales”, sostuvo.

Macri eligió no opinar en caliente sobre el discurso de Kirchner y al mejor estilo Riquelme eludió a la prensa en el Congreso. Más tarde, desde las oficinas del PRO, valoró “que el Presidente haya llamado al diálogo”, subrayó “la importancia de no confrontar permanentemente” y que “convoque a dialogar con la oposición para generar políticas de Estado”.