EL PAíS › ESTADOS UNIDOS PROMETIO RESPALDO A BRASIL Y URUGUAY
De Argentina ni una palabra
Todavía no abrió la billetera, pero Estados Unidos anticipó que ayudará a Uruguay y se disculpó por incluir a Brasil en los comentarios despectivos sobre las cuentas suizas de Menem.
El crac financiero uruguayo y el enorme conflicto diplomático entre Brasil y Estados Unidos dejaron una conclusión sombría para Argentina. El gobierno estadounidense respondió con celeridad ante la debacle uruguaya y anticipó que gestionará una ayuda para ese país en el FMI y en el resto de los organismos de crédito. También dio explicaciones y pidió disculpas al gobierno de Brasil por las declaraciones del secretario del Tesoro, Paul O’Neill, respecto de que Estados Unidos no apoyaría más a los países de la región por temor a que el dinero termine en Suiza. Junto a ello, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, señaló que “Estados Unidos seguirá apoyando la asistencia financiera internacional para Brasil”. En todo este cúmulo de declaraciones, hubo un significativo silencio respecto a Argentina, que viene solicitando el auxilio del FMI desde hace siete meses sin ningún éxito.
La respuesta del gobierno brasileño y de su par argentino a las manifestaciones de O’Neill fueron tan contrastantes como la actitud que terminó por adoptar la administración Bush respecto a cada país. La cancillería brasileña exigió inmediatas explicaciones del gobierno estadounidense y lo forzó a una declaración oficial que dejó muy mal parado a O’Neill. En cambio, el jefe de Gabinete argentino, Alfredo Atanasof, lo único que atinó a decir fue que el país utilizará bien la ayuda que pueda recibir del FMI, asumiendo la crítica. La explicación que dan en la Casa Rosada para ese gesto de docilidad es que interpretaron las palabras de O’Neill como un tiro por elevación a Carlos Menem, luego de que el ex presidente confesara su titularidad de una cuenta bancaria en Suiza.
Sobre la crisis brasileña, Fleischer señaló que “la posición del presidente y de su administración, incluido el secretario del Tesoro, desde luego, es apoyar la asistencia financiera internacional para Brasil”. También afirmó que el uso que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso le dio en el pasado a esa ayuda multilateral ha sido “efectivo”, y remarcó que su equipo económico “tiene la confianza de Bush, pues ha puesto en marcha políticas sólidas”.
En cuanto a la situación en Uruguay, el Departamento del Tesoro emitió un comunicado afirmando que “el gobierno estadounidense está listo para apoyar una asistencia adicional para Uruguay del FMI y de otras instituciones financieras”. Según el organismo, Uruguay ha tenido “una firme gestión en América latina y se merece el apoyo en curso de la comunidad financiera internacional por su compromiso con las políticas económicas sólidas”.
Nada dijo el Departamento del Tesoro sobre Argentina. La última mención al país correspondió al director gerente del FMI, Horst Koehler, quien anteayer sostuvo que el Gobierno no podrá aspirar a un acuerdo con el organismo hasta tanto no cumpla con las recomendaciones del consejo de notables. Estados Unidos y el FMI dejaron caer a la Argentina, después de haberla tratado como su alumno ejemplar durante una década, y ahora la tienen condenada a una negociación interminable. Esa actitud estuvo acompañada de un discurso que aseguraba que la crisis argentina estaba “encapsulada”, y que no contagiaría a los países de la región. Ahora que el error de diagnóstico es evidente, intentan apagar el incendio en Brasil y Uruguay, dejando a Argentina librada a su suerte. Para la administración Duhalde no es una noticia alentadora.