EL PAíS › EL GOBIERNO DESLINDO RESPONSABILIDADES POR EL CASO SKANSKA

Habló Kirchner y Fernández acusó

El Presidente consideró el caso “un acto de corrupción entre privados”. El jefe de Gabinete denunció que el gobierno porteño facturó en una de las empresas fantasma investigadas.

Las versiones tejidas alrededor del caso Skanska, en el que se investiga el pago de sobornos a través de facturas truchas, generaron ayer la reacción del Gobierno, que salió a desligarse del escándalo. El presidente Néstor Kirchner se refirió por primera vez en público al tema, al que consideró “un acto de corrupción entre privados”. “No hay un solo elemento que diga que hay un funcionario del gobierno nacional que tenga algo que ver”, afirmó en un acto en la Casa Rosada. La frase fue repetida en su paso por la Cámara de Diputados por Alberto Fernández. Pero el jefe de Gabinete sorprendió al denunciar que el gobierno porteño había emitido cinco facturas por un monto total cercano a 500 mil pesos a favor de la empresa “Soul Group”, una de las firmas fantasma que están siendo investigadas por la Justicia en el marco de la causa Skanska. En el gobierno de la ciudad confirmaron la existencia de esas facturas pero se desentendieron de cualquier maniobra fraudulenta. Jorge Telerman consideró su vinculación con el caso “francamente un delirio” y lo enmarcó dentro de lo que llamó “la campaña sucia”. “Todo los pagos que hace el gobierno tramitan por el área de contaduría y allí se comprueba que las facturas sean legales”, respondió sobre la denuncia.

Kirchner habló ayer en un acto sobre obras públicas en Jujuy. Como se sabe, cual fuere el motivo de la convocatoria no resulta un obstáculo para que el Presidente se refiera a algún tema que le interese. Hasta ayer, sólo había planteado su posición frente al caso Skanska a través de alguno de sus funcionarios o mediante trascendidos que se adjudicaban a fuentes de la Casa Rosada. “El gobierno nacional no tiene nada que ver”, puntualizó ayer, al romper el silencio oficial. Y luego levantó las manos: “Nosotros somos gente que tenemos las manos así”.

El escándalo Skanska se inició como un caso de evasión tributaria mediante el uso de facturas truchas que emitía la empresa Infiniti. Infiniti, Soul Group y también Caliban, son tres empresas fantasma con el mismo domicilio legal: San Martín 881, 5º piso “I”. Una de las muchas empresas que operaban con estas tres firmas era Skanska. Según la investigación del juez en lo Penal Tributario, Javier López Biscayart, hay indicios de que la constructora de origen sueco habría utilizado la facturación trucha a Infiniti y a otras 22 firmas por el estilo para encubrir el pago de coimas a funcionarios públicos por un valor de 17 millones de pesos. A cambio, Skanska se adjudicó las obras de ampliación del Gasoducto del Norte a un precio más elevado al estipulado. Por el supuesto pago de los sobornos, existe un expediente abierto en el fuero federal que tramita en el juzgado de Guillermo Montenegro.

Ayer, Alberto Fernández introdujo un nuevo capítulo en el episodio. “Hay algunas cosas en la causa que nadie se ocupó de consultar”, sostuvo, abriendo suspenso. La oposición había introducido el caso Skanska en el temario de su informe, pero se retiró antes de que llegara el jefe de Gabinete en desacuerdo con la metodología de la sesión (ver página 6).

“Los que suscriben el contrato moral, sería bueno que revisen lo que hacen sus socios porque han dicho que el caso Skanska iba a ser el tsunami del gobierno nacional y ahora es el tsunami de su socio”, sostuvo Fernández. La alusión era a la Coalición Cívica de Elisa Carrió y a la alianza electoral tejida por el ARI en la ciudad con el gobierno de Jorge Telerman, quien lleva como candidato a vice a Enrique Olivera.

Y contó que en la causa que está siendo investigada por el juez López Biscayart consta que el gobierno de la ciudad de Buenos Aires emitió cinco facturas por un monto cercano a 500 mil pesos a favor de la empresa Soul Group. Según la documentación suministrada luego por la Jefatura de Gabinete, en junio y julio del año pasado, la empresa fue contratada por la ciudad por un monto de 437.500 pesos. Eso se correspondió con facturación publicitaria realizada en programas de la productora Ideas del Sur, propiedad de Marcelo Tinelli.

Por ejemplo, en la boleta 194 de Soul Group, con fecha 20 de julio de 2006, se facturó la orden de publicidad número 4004 correspondiente al programa ShowMatch por un importe neto de 150 mil pesos. La orden se hizo a nombre de la Dirección General de Medios y Planeamiento Estratégico del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Avenida de Mayo 525, 1º piso. Las restantes facturas corresponden a los programas El gran juego de las provincias y Fiscales, que el año pasado emitió Canal 13, también producidos por Ideas del Sur, dos de ellas de 125 mil pesos y la restante de 37.500.

Además, en un desagregado, hacían referencia a otra serie de facturas de Soul Group –por un monto sensiblemente inferior– de publicidad emitida en Radio Del Plata –también propiedad de Tinelli– a nombre de otras áreas del gobierno de la ciudad como los ministerios de Educación, de Cultura y de Espacio Público.

En el gobierno porteño confirmaron la veracidad de la información. Pero se desligaron de cualquier ilícito. “Nosotros pusimos publicidad en los programas de Tinelli y aceptamos la factura que nos mandaron. Hay un área contable que aceptó esa factura. Nosotros no tenemos nada que ver con ninguna maniobra en negro”, respondieron.

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“Nosotros somos gente que tenemos las manos así”, sostuvo Kirchner en el acto en la Rosada.
 
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