Un debate sobre el rol de la mujer en la política fue ayer el motivo para que los candidatos a vicejefe del Gobierno porteño, Carlos Heller y Gabriela Michetti, sacaran chispas e intercambiaran críticas y chicanas sobre la despenalización del aborto, las elecciones y la participación femenina en la listas. El copiloto de fórmula de Jorge Telerman, el arista Enrique Olivera, que también había sido invitado, se excusó porque debía participar en el lanzamiento del interbloque legislativo que sustentará al oficialismo en la ciudad (ver aparte).

Heller, compañero de lista de Daniel Filmus, banquero cooperativista, pero enrolado en la izquierda, se expresó a favor de la despenalización del aborto, una reivindicación histórica de las agrupaciones feministas. En contrapartida, la candidata que acompaña a Mauricio Macri respondió desde la vereda de enfrente y se definió como una mujer católica practicante: “Tengo una moral religiosa –dijo– y como tal defiendo la vida desde la concepción, mi posición es claramente contraria a una ley que despenalice el aborto.”

En el debate, convocado en un hotel céntrico por la ONG Encuentro de Mujeres, que encabeza Cynthia Hotton, Heller afirmó que es un tema que debe resolverse desde el ámbito nacional porque en la actualidad es tratado como un delito federal. Sin embargo, sostuvo que “sería bueno llamar a una consulta popular, instrumento previsto en la Constitución porteña, para que los vecinos expresen que piensan sobre el tema. El aborto es una realidad, existe, sea legal o ilegal y castiga impiadosamente a los sectores más empobrecidos que sufren la mayor cantidad de víctimas por prácticas abortivas mal realizadas”.

Michetti enfatizó: “soy contraria a la ley del aborto”, en alusión a los proyectos en estudio en el Congreso, aunque admitió que “hay que trabajar en tareas de prevención”. Y en ese sentido reconoció que si bien respeta la doctrina católica, no está de acuerdo “con la postura del catolicismo de imponer determinados métodos anticonceptivos”.

Con relación al tema de género Heller dijo que “vamos a adecuar la legislatura; crear planes de igualdad de oportunidades en salud, educación; incentivar el diálogo intercultural e interreligioso; eliminar las prácticas de discriminación en el orden público; y crear centros para víctimas de violencia de género”. Agregó que “la igualdad de la mujer en la participación política “está garantizada en la Constitución de la Ciudad de 1996. Las leyes están, ocurre que hay que cumplirlas”

Rápidamente Michetti apuntó con una sonrisa que PRO es la “única fuerza que cumple el 50 y 50 de mujeres y hombres”, haciendo alusión a que las listas de Filmus y de Telerman las encabezan dos hombres. “Era un chiste, no fue una chicana” aclaró al ver el ceño fruncido de Heller. Explicó que “la mujer aporta a la política una mirada distinta, una mayor empatía con el otro, tenemos una mayor predisposición al diálogo, a escuchar al otro; una práctica que la cultura política ha abandonado”. Pero indicó que “no es un tema de agenda, sino de actitud, de metodología”.

Con relación al gobierno nacional, Michetti, aseguró que la actitud confrontativa desde “el Estado provocó una división importante, que generó violencia entre las clases sociales”, y que se aplican “violentamente políticas poco justas para con los individuos”.

Heller aprovechó para responder a una frase de Macri quien llamó esta semana a “terminar con los chantas que gobernaron la ciudad”, por Telerman e Ibarra. Entonces convocó a los porteños “a no votar a quienes siempre vivieron del Estado”, en alusión evidente al empresario. “La ciudad de Buenos Aires –agregó– requiere de la concertación de políticas públicas con la Provincia y con la Nación, un conglomerado donde vive la mitad de los habitantes de este país lo cual hace que no sea extraño que al Presidente le preocupe el desarrollo de las cosas en ese conglomerado”.

A pesar de los buenos modales, los candidatos no coincidieron en casi nada, sumado a la ausencia de Olivera, el tercero en discordia, proyectaron la imagen de una elección muy polarizada por visiones contrapuestas.