Sindicalistas y empresarios acordaron ayer llevar el salario mínimo a 980 pesos de manera escalonada. En agosto subirá a 900, en octubre a 960 y en diciembre a 980, un 22,5 por ciento más que el valor vigente desde noviembre. Apenas cuatro horas de reunión en el Ministerio de Trabajo bastaron para que el Consejo del Empleo, la Productividad y el Salario consensuara una mejora que había comenzado a negociarse varias semanas antes. De este modo el piso se ubicará por encima de la canasta básica de alimentos y servicios que sirve para calcular el nivel de pobreza, valuada actualmente en 923 pesos.

La recomposición beneficiará a cerca de 450 mil trabajadores, el 12 por ciento del total de asalariados registrados (sólo quedan excluidos el servicio doméstico y los trabajadores rurales cuyos mínimos son fijados por comisiones especiales). En el Gobierno aspiran a que la suba del piso también favorezca una mejora en el ingreso de los trabajadores en negro, tal como lo ha venido haciendo durante los últimos años.

El anuncio fue realizado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien destacó “la importancia de la continuidad de esta institución (el Consejo) porque su funcionamiento desde 2004 permitió superar por primera vez la línea de pobreza”. El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, también reivindicó lo acordado al destacar la mejora de más de 300 por ciento lograda en los últimos cuatro años. El abogado de la UIA, Daniel Funes de Rioja, también se mostró satisfecho con el acuerdo alcanzado.

La votación arrojó 24 votos a favor, 6 abstenciones y 2 negativas. La Central de los Trabajadores Argentinos abandonó por primera vez su voto negativo, pero se abstuvo, pues, según informó en un comunicado, “si bien el número acordado supera la línea de pobreza no lo hace en forma directa sino escalonada, pero sobre todo no resuelve el problema de la distribución de la riqueza”. Los votos negativos correspondieron a Apyme y a la Federación Agraria Argentina.

Un relevamiento de los convenios vigentes en 24 ramas de actividad que concentran a más del 50 por ciento de los convenidos (entre los que se incluye a metalúrgicos, camioneros, gastronómicos, bancarios, textiles y obreros de la construcción) revela que el monto no superará ni siquiera lo que vienen percibiendo los trabajadores de las categorías inferiores. El dato resulta clave pues si el nuevo salario mínimo hubiera quedado por encima del piso establecido en algún convenio, los empleados perjudicados podrían pedir a través de su sindicato la reapertura de su paritaria ya que ningún trabajador puede ganar menos que lo que marca la ley.

Respecto del salario mínimo vigente desde noviembre, la suba representa más de un 15 por ciento en términos reales, tomando en cuenta la evolución del Indice de Precios al Consumidor que releva el Indec. El aumento otorgado permitirá superar el costo actual de la canasta básica de bienes proyectada para el mes de diciembre (sin tener en cuenta los descuentos por aportes personales y las percepciones en concepto de asignaciones familiares y aguinaldo). Según las estimaciones oficiales, el aumento acordado se ubicaría casi un 10 por ciento por encima de la canasta a fin de año. Además, el nuevo salario mínimo, medido en términos de paridad de poder adquisitivo, superará el valor vigente en España y ampliará la brecha con otras naciones de desarrollo medio como Turquía, Brasil y México.