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“Yo no siento que la gente quiera que vuelva”, dijo ayer Domingo Cavallo, en su primera aparición pública desde que recuperó la libertad. Y cuando en la mesa algunos empezaban a asentir, agregó: “Aunque el día que me lo pidan voy a estar disponible”. Con 14 kilos menos, bronceado, el ex ministro aseguró que no va a ser candidato. También acusó a Alfonsín de haber provocado su salida del gobierno y la caída de Fernando de la Rúa.
Cavallo fue entrevistado en “Hora Clave”. Llegó y se fue del estudio acompañado por Sonia. Durante la entrevista defendió a Carlos Menem (“está teniendo una actitud muy valiente, hay que dejarlo hacer su campaña”), dijo que José Manuel de la Sota “podría ser un factor de unidad”, y aclaró que los que realmente le gustan son Patricia Bullrich y Ricardo López Murphy. Pero las declaraciones más notables tuvieron que ver con los sucesos del 19 y 20 de diciembre.
Para Cavallo, “la responsabilidad por mi renuncia y la de De la Rúa es del partido radical. Ellos son los que decidieron llevar a (Eduardo) Duhalde al gobierno”, sostuvo. “Me sacaron para poder declarar el default y devaluar. Hubo un lobby de grupos empresarios, algunos ligados a medios de comunicación, para pesificar los pasivos y sacarse de encima sus deudas”. Cuando le preguntaron quiénes habían sido los responsables, respondió que “Alfonsín fue convencido, junto a Leopoldo Moreau y otros dirigentes que se moreaunizaron. Ellos fueron muy influidos por grupos económicos que querían la pesificación y la modificación de la ley de quiebras. Como vieron que conmigo no tenían salida...”
El rubro autocríticas no fue especialmente extenso. “Mi error fue haberme hecho cargo de una responsabilidad para la que no tenía apoyo político”, opinó. “A mí no me convenía entrar en el gobierno de la Alianza, pero la gente me paraba por la calle para decirme que tenía que ser ministro. Me llamaba De la Rúa, lo quería parte del PJ, con Ruckauf, para que fuera jefe de Gabinete. Lamentablemente los radicales boicotearon todo eso”.
Cavallo estuvo preso 65 días en las dependencias que la Gendarmería tiene en Retiro y luego en Campo de Mayo, acusado de contrabando agravado por el juez Julio Speroni. En junio, la Cámara Penal Económica lo desprocesó y le devolvió la libertad. Tras salir de prisión, viajó a Estados Unidos para retomar sus contactos financieros. Salió del país prácticamente de incógnito para evitar escraches, como único pasajero de una avioneta que lo trasladó a Brasil donde embarcó a Nueva York.
Ayer consideró que los escraches en su contra fueron “organizados” con una intencionalidad partidaria y que el cacerolazo que provocó la caída de De la Rúa fueron fogoneados. “El es un hombre de bien, un verdadero demócrata”, concluyó. “Tuvo la mala suerte de ser un presidente conservador respaldado por una centroizquierda anacrónica.” Sobre Chacho Alvarez, opinó que él debió haber “presionado más para que volviera al gobierno como jefe de Gabinete”. En el programa le mostraron imágenes de su detención. “Ahora estoy mejor antes”, dijo después de ver el material de archivo. “¿Vieron que es mucho mejor estar fuera del gobierno?”.