La Auditoría General de la Nación salió a dar su versión sobre unas declaraciones del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al asegurar que no hizo ningún informe sobre la actual gestión de la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti. La AGN aclaró que aún no analizó “las contrataciones que se han hecho durante su actuación”. Lo hizo porque el jefe de Gabinete había asegurado en su exposición en Casa Rosada que las más de 300 contrataciones que forman parte de la polémica se hicieron para “fortalecer institucionalmente al área, de conformidad por lo recomendado por la AGN en sucesivas auditorías”. El jefe de Gabinete se comunicó luego con el titular de la AGN, Leandro Despouy, para subrayar que su intención fue exclusivamente hacer referencia a los reiterados pedidos del organismo para que la secretaría de Ambiente fuera reforzada.

Picolotti fue cuestionada por una denuncia periodística en la que fue acusada de haber contratado a familiares, haber alquilado jets privados e inmuebles y por el presunto desvío de fondos a una fundación. Fernández ensayó el miércoles una defensa cerrada considerando la denuncia como “una operación política” e hizo esa referencia a la AGN. Al leer el comunicado del organismo de control que lo desmentía, Fernández levantó el teléfono y se comunicó con su titular para aclararle que en ningún momento de su discurso aseguró que las contrataciones “contaran con el aval” de la AGN. En el diálogo, Fernández le aseguró a Despouy que lo que había dicho era que esas contrataciones respondían, entre otras razones, a las recomendaciones formuladas por la AGN con respecto a la necesidad de un “fortalecimiento institucional” de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.