No fue el escenario de su lanzamiento. Pero el Segundo Congreso Internacional de Filosofía igualmente le permitió a Cristina Fernández de Kirchner hacer conocer los lineamientos del discurso que ofrecerá durante la campaña presidencial. La Primera Dama barajó en San Juan –y ése será el leitmotiv de su arenga de ahora en más– la idea del “cambio”, con el propósito de mostrarse igual y distinta a la vez respecto de la actual gestión. “No hay que asustarse ante lo nuevo y lo diferente. Se vienen tiempos de cambio”, vaticinó la senadora en la clausura del congreso, en lo que fue su primera alocución pública desde que se blanqueó su candidatura.

La tanda de afiches con la cara de Cristina, que se ve sobre todo por el centro porteño, lleva al pie el lema: “El cambio recién empieza”. Los estrategas de la campaña K buscan de esa manera apropiarse de la idea de oxigenación que siempre representa en el imaginario la propuesta de la oposición. Claro que, a la vez, buscan retener el electorado adepto, resaltando que con la senadora no habrá un golpe de timón sino una “profundización del cambio” iniciado por Néstor Kirchner.

Además de la recurrente alusión al “cambio”, la candidata dedicó parte de los 40 minutos de su discurso a hacer consideraciones sobre la región.

“Ahora, los gobernantes en América latina se dedican a gobernar”, dijo en el arranque, en una clara crítica a las gestiones de los años ’90. La senadora habló de la “ideología que tienen todos los partidos políticos”, pero advirtió que algunos “las disfrazan por su necesidad de no tener ideologías”.

Cristina también hizo una evaluación de la situación que se vivía en el mundo en la década del ’40, cuando Juan Domingo Perón inauguró el Primer Congreso de Filosofía, y señaló que los cambios en Latinoamérica generan sorpresa en Europa. En ese sentido comentó que un senador socialista francés, al que no identificó, le preguntaba qué pasaría en la región si hay un giro a la izquierda. “Yo le decía –recordó su respuesta de entonces– que es mucho más simple: ahora los gobernantes en América latina se parecen a los gobernados. Yo no sé si será a la derecha, al centro, a la izquierda o al fondo, pero sí me parece que hay una nueva realidad latinoamericana y que tenemos que dar cuenta de esa diversidad, que también tenemos en nuestros propios espacios y proyectos, porque diferentes también son nuestras historias, nuestras identidades y nuestras tradiciones.” Las mismas palabras ofreció la senadora en una reciente gira que realizó por México.

El congreso, en el que expertos en la materia debatieron desde el lunes sobre “El proyecto humano y su futuro”, se desarrolló en el edificio del Centro Cívico, recientemente inaugurado por el presidente Kirchner. Cristina Fernández llegó a San Juan a bordo del Tango 03 y apenas aterrizó la nombraron “Presidente Honoraria” del congreso.

En la primera fila del Centro Cívico estuvieron el gobernador de Mendoza y seguro compañero de fórmula, Julio Cobos, y los mandatarios de San Juan, José Luis Gioja; Formosa, Gildo Insfrán; de Tucumán, José Alperovich; de Chubut, Mario Das Neves; de La Pampa, Carlos Verna; y el vicegobernador de Misiones, Pablo Tshirst.

Cobos no habló de la fórmula, pero sí lo hizo Ginés González García. “Pienso que una fórmula compartida también expresa el pluralismo del pensamiento del presidente en la búsqueda de la integración de lo mejor de nuestro país para construir no sólo un proyecto electoral sino fundamentalmente una fuerza social y política que nos represente a los argentinos”, dijo el ministro de Salud, para cerrar con elogios a Cristina: “Me siento orgulloso de que ella nos represente”.

Por la tarde, la candidata oficial se retiró del Centro Cívico y se trasladó a la Bodega y Museo Graffigna, para compartir en ese sitio un almuerzo con los gobernadores Cobos y Gioja, más los organizadores del congreso; el diputado nacional sanjuanino Juan Carlos Rioja; el presidente de la Biblioteca del Congreso nacional, Horacio González; y el presidente de la Biblioteca y rector de la Universidad Nacional de San Juan, Benjamín Kuchen.

La senadora evitó cruzarse con unas 30 personas que se manifestaron públicamente en la puerta central del Centro Cívico, contra la actividad minera a cielo abierto. Los ambientalistas querían dialogar con la candidata y pedirle que exprese opinión sobre la actividad.