EL PAíS
Una casa para comer
El sábado a la mañana, la Asamblea vecinal de Boedo tomó una casa abandonada en Boedo al 1100, debajo de la autopista, para levantar allí un centro cultural y comunitario. Los vecinos organizarán un comedor solidario, un ropero comunitario y un merendero para que los necesitados de la zona puedan tomar el desayuno. También darán apoyo escolar para los chicos del barrio, realizarán talleres de teatro, plástico y títeres, y desarrollarán distintos microemprendimientos: una pañalera y una tienda solidaria, entre otros. Luego de que los asambleístas tomaran la vivienda, llegó la policía, avisó que la casa tenía dueño e intentó entrar por la fuerza. Los asambleístas se resistieron, y los policías se fueron. “La cuestión legal quedó suspendida hasta el martes”, contó Mariano, de la asamblea, a Página/12.