La Suprema Corte bonaerense está en sesión permanente para resolver hoy mismo si acepta tratar la queja sobre la legalidad de la candidatura a gobernador de Francisco De Narváez. El paso siguiente sería también decidir sobre otra presentación respecto de Daniel Scioli. Como se sabe, De Narváez fue impugnado por haber nacido en Colombia, pero su postulación, así como la de Scioli –cuestionado por no haber nacido en el distrito–, fueron convalidadas por la Junta Electoral Bonaerense (JEB). Lo que tendrá hoy mucha importancia es si la Suprema Corte acepta tratar el caso o, si como ya lo hizo en 2005, sostiene que las decisiones son inapelables por tratarse de un órgano –integrado por jueces– establecido por la Constitución. Es que si la Corte acepta tratar la legalidad del caso De Narváez, también lo hará con Scioli. En esa situación se entraría en un terreno imprevisible, porque no está legislado qué sucede si a diez días de las elecciones un candidato es sacado de la competencia. En La Plata se dice que dos de los jueces que insistieron en pedir los expedientes tienen fuertes lazos con el duhaldismo y que, además, serán de la partida dos magistrados de la cuestionadísima Cámara de Casación provincial.

La Junta Electoral aceptó la postulación de De Narváez por Unión-PRO en base a que se nacionalizó muy joven, lo mismo que su madre. Pero lo trascendental es el proceso de queja que se abrió ante la Corte y la decisión que tomará hoy el máximo tribunal.

Las alternativas son dos:

- Que abra el recurso, o sea que trate la cuestión de la legalidad de la candidatura de De Narváez.

- O que sostenga, como ya hizo en 2005, que las decisiones de la Junta no son recurribles.

De inmediato, en carpeta, la Corte tiene un recurso de inconstitucionalidad contra la candidatura de Daniel Scioli, el postulante del Frente para la Victoria y casi seguro ganador de la elección del 28. El rumor es que esa presentación será rechazada por ser muy deficientes los argumentos. Pero hay otro recurso respecto de Scioli que, si se acepta tratar el de De Narváez, producirá también que la Corte evalúe la legalidad de la candidatura del postulante del Frente para la Victoria.

–¿Cuánto van a tardar en decidir? –le preguntó este diario a un allegado al máximo tribunal bonaerense.

–No sabemos. Hay sesión permanente. Se imagina que esto es importante. Tal vez mañana (por hoy) haya novedades –respondió la fuente contactada por Página/12.

El allegado no arriesgó un pronóstico sobre el resultado de la votación entre los jueces. Se sabe que hay varios que responden al duhaldismo y eso es lo que enciende las luces de alarma oficiales. Es más, hay dos ministros de la Corte que habrían insistido en pedir el expediente y a ambos se los vincula con el ex presidente.

Para tratar la cuestión de Scioli, el máximo tribunal incorporó a dos jueces de la Cámara de Casación Penal bonaerense, Federico Domínguez y Carlos Natiello. Reemplazan a Daniel Soria, quien integra la Junta Electoral, y Luis Genoud, que está de licencia.

En La Plata todos hablan del papel protagónico que adopta el duhaldismo en esta movida. Si a los dos jueces que se relacionan con Duhalde se les agregan los dos hombres provenientes de la Casación, se produciría una mayoría decisiva. Si esos cuatro votan en forma diferente a 2005, es decir, sosteniendo que la Corte debe decidir sobre la candidatura de De Narváez, se producirá una verdadera conmoción.

Las distintas fuentes consultadas por este diario consideran que existe un agujero negro sobre cómo seguirían las cosas si alguna de las candidaturas fuera impugnada:

- Están los que sostienen que se puede apelar a la Suprema Corte de la Nación.

- La lógica indica que igualmente habría que reemplazar al candidato, pero tampoco queda claro que eso se pueda hacer a tan pocos días de la elección.

- En la Cámara Nacional Electoral están esperando que esto se resuelva porque hay que oficializar las boletas y, como es obvio, en las de la Provincia de Buenos Aires van los candidatos a gobernador.

Como se sabe, la Junta Electoral bonaerense habilitó las candidaturas de De Narváez y de Scioli. No dio demasiadas precisiones, pero en los últimos años se viene imponiendo la doctrina de restringir las candidaturas lo mínimo posible. O sea, permitir que los postulantes se presenten y que sean los ciudadanos los que decidan con su voto. Habrá que ver cómo juega ese principio en la decisión que la Corte adopte hoy. También podría aparecer –o tal vez no– la sombra del duhaldismo en el fallo.