Esta mañana, a las 9, Néstor Kirchner recibirá a los principales banqueros del país para anunciar una baja en las tasas de interés. La mejora abarcará tanto a préstamos destinados al consumo (personales) como para la producción. En el primer caso, la tasa de referencia será del 12 por ciento anual, mientras que las líneas destinadas a las empresas será del 9 por ciento. La firma del acuerdo se producirá días más tarde de que el propio jefe de Estado hiciera un fuerte reclamo a los financistas, pedido que ayer reiteró la candidata Cristina Fernández. En forma simultánea, el Banco Central tomó medidas para facilitar la liquidez de las entidades financieras.

Los banqueros pertenecientes a entidades locales y extranjeras pasaron una jornada de extensas reuniones. Guillermo Moreno mantuvo contactos con Mario Vicens, representante de los extranjeros, y con Jorge Brito, titular de la cámara que agrupa a los bancos de capital nacional. Miguel Peirano y Martín Redrado también participaron del diálogo.

Las negociaciones fueron arduas porque los financistas pusieron reparos al pedido del Gobierno. En total circularon tres borradores. Los banqueros pretendían ponerle un plazo máximo de 12 meses y un tope de 5000 pesos a los nuevos créditos al consumo y de hasta 75 mil pesos para los destinados a la producción. Fuentes oficiales y bancarias aseguraron anoche a Página/12 que, finalmente, no habrá restricciones en cuanto a montos.

Los préstamos a las compañías serán otorgados principalmente a pymes y con destino para capital de trabajo. Es decir, el volumen se calculará en función del giro del negocio de cada empresa. Además, las pymes deberán poner como garantía documentos a cobrar. La tasa de interés de esas líneas rondará el 9 por ciento anual y tendrán un plazo de entre 12 y 18 meses.

En cuanto a los créditos al consumo, la tasa ascenderá al 12 por ciento anual y el mismo plazo que los otorgados a las pymes.

En ambos casos, tanto para la línea destinada al consumo como para la dedicada a la producción, se trata de tasas nominales. Es decir, hay que agregarles los costos adicionales (seguros, comisiones, gastos administrativos, impuestos), que conforman el denominado “costo financiero total”. En el acuerdo que se refrendará esta mañana figurará que las entidades financieras no podrán elevar aquellos gastos asociados a los préstamos para evitar alzas encubiertas del costo financiero.

Los bancos públicos acompañarán la propuesta de los privados, aunque para ellos el esfuerzo será menor: las entidades estatales, con el Nación a la cabeza, no ajustaron las tasas de interés en los últimos meses. En promedio, las entidades incrementaron los créditos en cuatro puntos en medio de las turbulencias de los mercados internacionales. Cuando aflojó la tensión y los recintos bursátiles marcaron nuevos records, los financistas no emprendieron el camino inverso y bajaron las tasas que con premura subieron. Fue en ese contexto que Kirchner, primero, y ayer Cristina Fernández de Kirchner reclamaron una rebaja de los costos. La candidata pidió, además, que las entidades presten a largo plazo. “Necesitamos no solamente un tema de tasas sino también de duración de los créditos, porque hoy están prestando aproximadamente a dos años y vinculados fundamentalmente con el consumo”, dijo.

Para agilizar la baja de las tasas, el Banco Central tomó medidas destinadas a asegurar la liquidez y a abaratar el fondeo de los bancos. El BC puso a disposición de las entidades 3000 millones de pesos en pases activos, alargó de 30 a 60 días el alcance de esas líneas, y dispuso una disminución en los costos de algunos de esos préstamos de corto plazo. Por otro lado, ayer inyectó 600 millones de pesos en el mercado monetario a través de una renovación parcial del vencimiento de títulos emitidos por la autoridad monetaria (Lebac y Nobac).

En el Banco Central informaron a Página/12 que esas medidas asegurarán el éxito de la rebaja de las tasas de interés encaradas por la Casa Rosada. La iniciativa del BC ayudará a que disminuya el costo del dinero de corto plazo, que es lo que en definitiva se presentará esta mañana en la Casa de Gobierno.

Quedará como tarea pendiente la aparición de créditos de largo alcance a tasas accesibles. En las entidades manifestaron que, con las turbulencias en los mercados, el fondeo se hizo más caro y que la situación empeoró ya que el volumen de plazos fijos se estancó en los últimos tres meses. Para mejorar la liquidez de largo plazo, en el Gobierno están evaluando cambios para las AFJP. Las administradoras podrían invertir menos en activos extranjeros y estarían obligadas a trasladar colocaciones al mercado local.