“Llamame cuando empiece la campaña”, le había dicho la ex candidata presidencial del socialismo francés, Segolène Royal, a Cristina Fernández de Kirchner cuando se vieron en febrero pasado en París. El llamado no llegó cuando empezó la campaña, pero sí a su término. Ayer a la tarde, las dos mujeres se encontraron en la Quinta de Olivos, en el marco de una visita de pocos días de Royal a la Argentina y Chile, donde se verá con su amiga Michelle Bachelet. Para que no los acusen de violar la veda, en el comando de campaña del kirchnerismo enmarcaron el encuentro en los términos de “una visita privada”.

Por cierto, ni desde el Gobierno ni desde el comando de campaña habían anticipado la visita de Royal, presidenta de la región francesa de Poitou-Charente. La líder socialista llegó ayer a la mañana y por la tarde se encontró con Cristina Kirchner en Olivos. Según la información oficial del viaje, también mantendría encuentros en Buenos Aires con otros “dirigentes políticos y sindicales”. El lunes seguirá camino rumbo a Santiago de Chile, donde tiene previstas actividades más públicas. Por ejemplo, recibir un doctorado honoris causa y reunirse con otra de sus amigas de la región, la presidenta socialista Michelle Bachelet.

Cristina Kirchner y Segolène Royal se conocieron en febrero, cuando la senadora viajó a París para la firma de un convenio internacional sobre la desaparición de personas. Fue uno de los muchos viajes por el exterior de la candidata oficialista, una estrategia para instalar su figura como una estadista. Cuando se encontraron, Royal ya había comenzado a caer en los sondeos, una realidad que se verificaría en las urnas cuando luego fue derrotada con Nicolas Sarkozy. “Este es el siglo de las mujeres”, le dijo Cristina Kirchner durante ese encuentro en París.

De la reunión de ayer no trascendió el contenido, bajo el escudo del carácter “privado” del viaje de la francesa. Sólo algunas fotos que dan cuenta de una conversación amistosa en los sillones del living del matrimonio Kirchner en Olivos.

Luego de la reunión, el Presidente y Cristina Kirchner viajaron en el Tango 01 a Santa Cruz junto al ministro de Planificación, Julio De Vido; la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el jefe de la SIDE, Héctor Icazuriaga. Todos ellos votantes en Santa Cruz. En la pista los esperaba el seguro destinatario de sus votos, el gobernador Daniel Peralta, quien buscará continuar en el cargo cuatro años más. Kirchner y su esposa tienen previsto votar mañana a primera hora –con eso el Presidente romperá su cábala de ir a votar cerca del cierre– para de inmediato viajar a la Capital Federal, donde esperarán el resultado. El bunker del Frente para la Victoria estará en el Hotel Intercontinental.