Sábado, 27 de octubre de 2007 | Hoy
Los principales candidatos a gobernador en la provincia de Buenos Aires exponen aquí los puntos centrales de su propuesta electoral. Daniel Scioli, Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín, Luis Patti y Luis Brunati explican la forma en que planean resolver problemas como la inseguridad, la reforma policial y los números de la provincia. La oposición advierte sobre la posibilidad de que se produzca un fraude.
MARGARITA STOLBIZER
Por Santiago Rodríguez
“Puede existir una sorpresa”, dice Margarita Stolbizer. No se refiere a la posibilidad de ganarle a Daniel Scioli, sino a hacer una elección mejor que la que le auguran las encuestas y ayudar así a Elisa Carrió a forzar un ballottage con Cristina Kirchner. La candidata a gobernadora bonaerense por la Coalición Cívica advierte también sobre un eventual fraude del oficialismo en el conurbano, en connivencia con los fiscales de las listas de Francisco De Narváez y Alberto Rodríguez Saá.
–¿Cuáles son sus expectativas en su segunda postulación como candidata a la gobernación bonaerense?
–Esto tiene algunas características distintas. La vez anterior fui candidata en una elección únicamente provincial, pero en ésta formamos parte de un proyecto nacional que lidera Carrió. La expectativa está centrada en que la Coalición Cívica llegue al ballo-ttage y que la provincia pueda ayudar en ese sentido. No descartamos producir una sorpresa, aun sin ignorar el impacto electoral que tiene el conurbano, con las dificultades que tenemos ahí y con la decisión del Gobierno de no perder la elección en determinados lugares.
–¿Cree que puede llegar a concretarse un fraude?
–Hay riesgos de que estemos frente a algún intento de desvirtuar el resultado de la voluntad popular en el conurbano. Existe la posibilidad y no sólo por los antecedentes que tenemos, sino porque hoy veo con preocupación algunos acuerdos políticos que se dan en varios distritos del conurbano para asegurar la convalidación de un resultado en favor del oficialismo en los certificados diferente al de las urnas y que esto pueda ser acompañado por fiscales de las listas de Rodríguez Saá y De Narváez.
–¿Por qué los fiscales de De Narváez y Rodríguez Saá harían eso?
–Porque en el conurbano todos siguen siendo lo mismo y forman parte de un mismo proyecto de negociación política, en el que algunos cobran para ser funcionales a esa estrategia de poder.
–¿Cómo se derrota al peronismo en la provincia?
–Estamos camino a eso y por eso digo que puede existir una sorpresa. En Santa Fe llevaban 24 años de hegemonía justicialista que parecía invencible; en Buenos Aires llevamos 20 años y la gente sigue viviendo cada vez peor. Además, hay una sensación de hartazgo y nosotros expresamos una alternativa de cambio.
–¿Cuando habla de sorpresa se refiere a forzar un ballottage o a derrotar a Scioli?
–Planteamos que desde la provincia, con una elección muy superior a la que indican las encuestas y el Gobierno, podemos hacer un aporte sustantivo para ingresar en el ballottage. No es lo mismo que Scioli gane con el 50 por ciento y la segunda fuerza saque 10 que un escenario en el que el segundo llegue al 20 ó 25 por ciento y Scioli 40 por ciento.
–¿Y ustedes qué datos tienen sobre lo que pueden llegar a sacar?
–No tenemos datos porque no hemos hecho encuestas, pero tenemos la percepción de las recorridas que hacemos.
–En su momento participó del Encuentro de Rosario, que generó expectativas en cuanto la recreación de un espacio de centroizquierda. ¿Cómo convive hoy en la Coalición Cívica con dirigentes como María Eugenia Estenssoro, Alfonso Prat Gay o Patricia Bullrich?
–Primera aclaración: en la provincia tenemos un frente con la Coalición Cívica; la Coalición Cívica está integrada por gente de distintos sectores, pero yo sigo siendo radical, del mismo modo que están los socialistas, quienes tampoco entraron en la Coalición Cívica. Dicho esto, hay que añadir que lo que define un proyecto de centroizquierda es la definición de su plan de gobierno y en la provincia no nos hemos movido ni un solo centímetro de lo que yo planteaba.
–¿Qué le responde a Raúl Alfonsín frente a su acusación de “traidora” a Carrió?
–Es lamentable que Alfonsín se escude en la descalificación para tapar sus propios errores.
–¿Lo de los errores lo dice por su decisión de impulsar la postulación de Roberto Lavagna?
–En esta ocasión sí, pero Alfonsín ha cometido otros errores durante años que han hecho que el radicalismo se fuera desgranando.
DANIEL SCIOLI, CANDIDATO DEL FRENTE PARA LA VICTORIA
Por Martín Piqué
“Acá eran todos conventillos.” Daniel Scioli acompaña la frase con un giro hacia la calle. El gesto parece señalar al entorno que lo rodea. A dos cuadras del shopping Abasto, la calle Anchorena muestra bares temáticos que a la noche funcionan como milongas, restaurantes y comercios para extranjeros. El vicepresidente y candidato a gobernador acaba de bajar desde el primer piso, donde tiene sus oficinas. Allí respondió las preguntas de Página/12 sobre los policías asesinados en La Plata y la política de seguridad que llevará adelante si gana la gobernación. También habló de su experiencia en el Abasto. “Acá había casas tomadas, vendían droga, robaban los coches, había arrebatos de cartera”, comenta, contento con las transformaciones del barrio.
El candidato tiene un traje que le calza perfecto, parece el mismo con el que aparece en la gigantografía que decora el local de la planta baja. El afiche lo muestra al lado de Cristina Fernández de Kirchner y está pegado sobre uno de esas carteleras de color verde con el escudo de la ciudad que forman parte del mobiliario urbano de la comuna. Se supone que esa cartelera debería estar en la vía pública. “Me lo trajeron los muchachos”, comenta Scioli con una sonrisa.
–Hace una semana se produjo el crimen de los tres policías, hubo un rumor sobre la posibilidad de un autoacuartelamiento. ¿El tema va a afectar su gestión?
–Son dos cosas. Por un lado este episodio: hay una investigación en curso. Hay que investigar en profundidad. A fondo, es fundamental. Hay que hacer todo lo que corresponda. Ante la inseguridad yo vengo con conocimiento y en profundidad. No es un tema del que me enteré por las encuestas. He tenido innumerable cantidad de reuniones, estuve tres veces en la escuela Vucetich. Tengo muy claro lo que voy a hacer y con quiénes lo voy a hacer. Hay que ir a buscar las terminales de este tipo de delitos: los desarmaderos, el narcotráfico. Este problema no se arregla ni sólo con la policía, ni sin la policía ni contra la policía.
–¿No le preocupa que haya por parte del Estado un reconocimiento implícito de su impotencia? Me refiero al caso de Julio López. Desapareció en la provincia de Buenos Aires, a donde usted podría ir.
–Voy para hacerme cargo y para resolver estas situaciones tan complejas. Voy a poner toda mi experiencia y todo mi esfuerzo. Hay que arreglar esta situación para que la gente honesta y linda viva tranquila.
–¿Están operando bandas de policías exonerados o mixtas?
–Es la policía, perdón la Justicia, la que debe esclarecer esta situación. Si tuviera la información en este momento la estaría denunciando. Cuando pasan hechos así hay organizaciones detrás. Muchas veces la gente tiene miedo de denunciar por temor a las represalias.
–¿Qué habría que mantener de lo hecho por León Arslanian?
–A partir del día después de la elección vamos a rescatar con responsabilidad las cuestiones que han dado los resultados esperados.
–Un funcionario del Gobierno, Marcelo Saín, el titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, se hizo famoso por denunciar que hay complicidad del poder político de la provincia con la venta de droga.
–El que tiene información concreta, datos concretos, que los denuncie. Yo soy el vicepresidente, no puedo estar diciendo al voleo. La gente debe estar muy atenta y hay que alentar a que la gente denuncie.
–Le va a tocar asumir un gobierno con déficit.
–Los números son lo que son. Punto. Los números son lo que son.
–¿Cuánto va a poder hacer con un Estado que no va a tener tanto dinero?
–Estoy trabajando para solucionar el problema estructural económico de la provincia. Esa es la fuerza de nuestra propuesta.
–¿Cómo lo va a solucionar? ¿Con endeudamiento?
–No. Queremos una provincia sana, fuerte económicamente. El endeudamiento no es el camino. Ya vimos lo que pasó en el país cuando se hiperendeudó.
–¿Piensa reducir las plantas de empleados?
–No. A mí me gusta buscar la productividad de la planta, no reducirla. Hay que modernizar los recursos humanos y hacerlos más eficientes. Incorporar nuevas tecnologías, desburocratizar.
–¿Va a recortar el gasto?
–No pienso recortar el gasto, pienso hacer más eficiente el presupuesto. Yo siempre voy por el camino de la productividad. ¿Cómo hacemos para tener inversión pública productiva y no sea un gasto público improductivo? ¿Cómo logramos que se aproveche la estructura que hay? Es una nueva cultura de un Estado social activo. Hay que dar herramientas para convertir a los perdedores de ayer en los incluidores de hoy.
–En los ’80, Sapag imitaba a Menem y Alfonsín. Si lo imitara a usted, ¿cómo lo haría? ¿Usaría frases como “pensar en positivo”, “todo para adelante”?
–Esas frases las están usando todos. Se han burlado, pero cada vez lo repiten más por todos lados. Es lo que la gente quiere escuchar. Para pálidas... A mí me asesora el corazón de la gente. Si a la adversidad no se le pone un sentimiento de fe y una actitud constructiva es muy difícil salir adelante. Hoy los argentinos podemos mirar el futuro con esperanza.
–Usted tiene una foto con Duhalde. En el ajedrez hay que sorprender al adversario con una jugada que no esperaba. ¿Y usted es previsible o alguien de quien no se puede saber muy bien lo que piensa?
–Previsible y confiable. Toda la gente sabe muy bien qué es lo que yo pienso. Soy el único candidato que ha expuesto todos sus planes: están en el portal. Y para esta carrera me preparé como nunca, para empezar a resolver las cosas desde el primer día. Enderezar lo que quedó torcido.
RICARDO ALFONSIN, DE CUNA RADICAL
Por S. R.
“Somos la alternativa que mejor representa la defensa de los intereses de los bonaerenses”, afirma el radical Ricardo Alfonsín para diferenciarse de Jorge Sarghini, la otra oferta que Roberto Lavagna tiene en la provincia de Buenos Aires. El candidato a gobernador del radicalismo analiza que “no hay proyecto provincial ni nacional” sin el conurbano y admite que su partido tendrá que “hacer una autocrítica muy severa para ver cómo representamos a la sociedad en esa zona”. De sus correligionarios que se fueron con el kirchnerismo o con Elisa Carrió dice que “no son radicales”.
–Margarita Stolbizer asegura que los radicales bonaerenses votan por los candidatos de la Coalición Cívica. ¿Usted qué dice?
–No es así, votan al radicalismo, del que soy candidato y que va a sacar la misma cantidad de votos, o tal vez más, que en la última elección, lo que revela que quienes se fueron no han podido llevarse demasiado. Los que se fueron no son radicales porque pertenecer a un partido político significa estar afiliado a él y representarlo, no competir en su contra. Con ese mismo criterio yo también puedo decir que represento a los socialistas porque entre el radicalismo y el socialismo en la Argentina no existen diferencias.
–¿Si no hay diferencias cómo explica que los socialistas no se presenten a elecciones con el radicalismo, sino con la Coalición Cívica?
–Habría que preguntárselo a los socialistas. Habían dado el visto bueno para armar una coalición con el radicalismo, pero cambiaron de opinión después de que (Jorge) Rivas y el socialismo bonaerense se opusieran.
–¿A usted le parece que Carrió es una “traidora”, como dijo su padre?
–El dijo que había traicionado a la UCR porque había llegado a la banca por el radicalismo y se fue del partido junto con la banca. Esa no es una opinión subjetiva, es un hecho de la realidad.
–¿Coincide también con que es “antirradical”?
–Sin ninguna duda. Se ve en sus declaraciones; no ha hecho otra cosa que criticar y descalificar al radicalismo. Nada hay más parecido al propio (Néstor) Kirchner en su actitud con los radicales que la Elisa Carrió desde la oposición.
–¿A Ricardo López Murphy cómo lo define?
–Pertenece a la derecha y tiene posiciones conservadoras, pero es un hombre respetuoso, de diálogo, de consenso; no ocurre lo mismo con Carrió, que se negó a dialogar institucionalmente con la UCR.
–¿Qué dice de los radicales K?
–Que se fueron por razones oportunistas o porque no supieron resistir las presiones; los va a penalizar la sociedad con el voto. La política se hace con convicciones, con principios; de lo contrario no sirve de nada ni es herramienta de transformación de la realidad.
–¿El radicalismo tiene recuperación?
–Sí. Primero hay que recuperar la política como actividad ordenadora de la sociedad, algo que está bastante debilitado como consecuencia de la potencia que han adquirido los grupos económicos y los medios de comunicación. A medida que se vaya dando eso, vamos a demostrar que la UCR es el partido que mejor defiende los intereses nacionales y populares.
–¿Por qué el radicalismo bonaerense nunca desde el ‘83 pudo volver a ganar la gobernación?
–El problema es el conurbano porque en el interior gobernamos la mitad de los distritos. El conurbano está muy influido por lo que pasa en el orden nacional, pero habrá que hacer una autocrítica muy severa para ver cómo representamos a la sociedad en esa zona porque de lo contrario no hay proyecto provincial ni nacional. Para ganar el conurbano hay que tener propuestas, ideas y militantes comprometidos con los problemas de la sociedad que demuestren que tienen las soluciones.
–¿Supone que puede haber alguna irregularidad en las elecciones?
–No creo. Algunos agitaron ese fantasma porque hacen política creyendo que todo vale.
–¿Por qué los votantes de Roberto Lavagna deberían votarlo a usted para gobernador y no a Sarghini, el otro candidato lavagnista en la provincia?
–Porque conocemos los problemas de la provincia, administramos muchas comunas, tenemos experiencia en materia de gestión; somos la alternativa que mejor representa la defensa de los intereses de los bonaerenses.
LUIS BRUNATI, DE PROYECTO SUR
Por M.P.
Veinte años pasaron desde que Luis Brunati encaró una de las tareas más difíciles tras la recuperación de la democracia: la reforma de la Bonaerense que había dirigido Ramón Camps. En aquel momento ministro de Gobierno de Antonio Cafiero, Brunati se propuso cambiar la relación porosa entre los uniformados, la delincuencia y ciertos intendentes. Su gestión enfrentó acuartelamientos y paros de policías. Como el tango “Volver”, ahora quiere intentarlo pero desde la gobernación. Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur, lo convocó para ser su candidato.
–¿Cómo evalúa la gestión de León Arslanian en la provincia?
–Tiene grandes deficiencias, no en lo referido a la orientación de las políticas, que es acertada, pero sí en que no debería estar vinculada a los intereses del poder político local, es decir de los intendentes.
–¿Qué debería hacer el Estado provincial ante la constatación de que hay un desaparecido en democracia? Me refiero a Jorge Julio López.
–Cada vez que la sociedad se orienta a tomar decisiones, intentan paralizar o interrumpir el movimiento popular. En su momento fueron las bombas de Alfonsín. Y ahora los juicios de la verdad y la justicia.
–¿Qué habría que hacer con la extensión del paco en el conurbano?
–Yo escribí un libro e hice una película sobre el tema. Si la idea es mantener el esquema de distribución actual, entonces la política de seguridad es la adecuada. Pero hay que recordar que la Argentina de los ’60 y ’70 tenía los más altos índices de seguridad del mundo. Cuando se analiza la falta de seguridad se la vincula al tema de las adicciones, pero en la época en que la Argentina era segura se debía a que había una mejor distribución del ingreso.
LUIS PATTI, EL CANDIDATO DE LA MANO DURA
Por M. P.
Luis Patti cerró su campaña en Escobar, conversando con los vecinos que lo conocen desde que patrullaba las calles vestido de civil. Entonces lo llamaban “el Loco”, hoy saben que es el candidato que promete protegerlos contra la delincuencia. Su pliego como diputado fue impugnado en el Congreso, acusado de asesinar a militantes populares. Distinta fue la suerte de su candidatura a gobernador: la Suprema Corte bonaerense lo habilitó esta semana. Ayer estuvo en Luján, donde tiene campos. Consultado por Página/12, respondió estas preguntas.
–¿Qué piensa de la política de León Arslanian?
–Que fracasó en un noventa por ciento, no sólo en la reforma policial, sino en la reforma judicial.
–¿Qué política de seguridad implementaría entonces?
–Reformar el Código de Procedimiento Penal. La unificación, profesionalización y educación de las fuerzas policiales. Con extrema disciplina y a través del Código. Y darle prioridad al juicio oral. A la policía hay que profesionalizarla. Es una fuerza militarizada, hay que educarla y prepararla. Además, tiene que ser una fuerza verticalizada.
–¿Tendría que haber de nuevo un jefe de policía que no sea civil?
–Por supuesto, sino las fuerzas se desbandan. Se necesita que alguien que las conduzca.
–¿Qué piensa de la expansión de la pasta base de cocaína?
–Para el consumo tiene que haber un plan de recuperación muy claro, un plan que debería comenzar por las escuelas primarias. La droga es una enfermedad, hay que tomar al adicto como un enfermo. En cuanto a los que trafican, la represión de acuerdo a lo que contempla el Código de Procedimiento Penal. Ser eficientes y poner todo el rigor de la ley.
–¿Qué políticas sociales llevaría adelante en caso de ganar?
–Tiene que ser seria y no basada en la dádiva, sino en la educación. Hay que fortalecer la escuela primaria y acompañarla con un trabajo de articulación de las salas periféricas de primeros auxilios, de atención primaria de la salud, con ONGs y delegaciones municipales de manera que se pueda generar un trabajo comunitario. Es importante el autoabastecimiento, la educación es la base. En Escobar se hizo un proyecto así.
–¿Qué hará para enfrentar el déficit financiero del Estado provincial?
–Hay que analizar cada una de las deudas que tiene la provincia. Para ver son deudas reales o no. Solá no reclamó la coparticipación que le corresponde a la provincia. Administrar bien los bienes del Estado es fundamental. Es lo que hice en Escobar y también en el Mercado Central de La Matanza, que era deficitario y dejé con una ganancia de ocho millones de dólares a plazo fijo en el banco. Y sobre los impuestos: hay que bajarlos pero que se lo cobren a todo el mundo.
Página/12 le ofreció con la debida anticipación al candidato a gobernador de Unión-PRO, el empresario Francisco De Narváez, la posibilidad de un reportaje, como al resto de los que se postulan para la gobernación bonaerense de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, pese a la insistencia de los llamados, el dirigente peronista finalmente respondió que declinaba la entrevista “por motivos de agenda”.
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