Lunes, 5 de noviembre de 2007 | Hoy
La Asamblea Plenaria del Episcopado, que se reúne de hoy al viernes, anticipará la relación entre la Iglesia y el futuro gobierno de Cristina Fernández. Bergoglio dará hoy una homilía.
Por Washington Uranga
El nuevo escenario político que surge a partir de los resultados electorales del 28 de octubre último y el cariz que pueden tomar en el futuro las relaciones entre la jerarquía de la Iglesia Católica y el gobierno que encabezará Cristina Fernández a partir del próximo 10 de diciembre atravesarán todas las cuestiones que los obispos católicos debatan en la 94ª Asamblea Plenaria del Episcopado, que a partir de hoy por la tarde se reunirá en la localidad bonaerense de Pilar. Las deliberaciones estarán presididas por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien la semana anterior envió una nota a la presidenta electa para saludarla por el triunfo en los comicios y desearle éxito en su gestión. La carta llevaba, además de la firma de Bergoglio, la de los obispos Luis Villalba (Tucumán) y Agustín Radrizzani (Lomas de Zamora), vicepresidentes primero y segundo del Episcopado respectivamente, y del secretario general, Sergio Fenoy, obispo de San Miguel. Bergoglio celebrará hoy la misa de apertura del encuentro y pronunciará en esa ocasión una homilía de la que podrían surgir también algunas definiciones tanto para orientar la asamblea como para ofrecer elementos respecto de los puntos de vista del presidente del episcopado frente a la coyuntura del país.
El centenar de obispos que se reunirá en la casa denominada “La Montonera” de Pilar tendrá como primer tema lo que en la jerga eclesiástica se enuncia como “intercambio pastoral” y que consiste en un diálogo sobre la situación social, política y cultural del país. En ese momento todos los obispos que desean hacer uso de la palabra brindan a la asamblea un informe sobre la situación particular de cada una de las diócesis, incluyendo allí también su mirada sobre los conflictos sociales, las situaciones políticas y los desafíos que, a partir de lo anterior, se le plantean a la Iglesia. En la mayoría de los casos de este “intercambio” surgen los insumos para las declaraciones públicas y documentos que muchas veces se dan a conocer al final de las asambleas.
Cada obispo es soberano en su diócesis y es al titular diocesano a quien le corresponde tomar cualquier determinación sobre los sacerdotes que actúan en su ámbito. Por tal razón, la asamblea de la Conferencia Episcopal no tiene atribuciones para intervenir en el caso del cura Christian von Wernich, condenado por delitos de lesa humanidad. Sin embargo, la situación de Von Wernich y el final del juicio que lo condenó estarán también rondando en el ambiente de la sala de plenarios de Pilar. En primer lugar porque el tema de la responsabilidad institucional de la Iglesia por complicidad con la dictadura militar y el terrorismo de Estado sigue dividiendo la opinión de los obispos, entre quienes sostienen que es suficiente con el reconocimiento y el pedido de perdón hecho por “los católicos” que participaron de esos hechos aberrantes y quienes, los menos, insisten en profundizar la autocrítica.
Pero también porque, por lo menos en una parte del episcopado, existe malestar ante el hecho de que el obispo de 9 de Julio, Martín de Elizalde, no adoptó hasta el momento ninguna sanción eclesiástica contra el sacerdote condenado por violaciones a los derechos humanos. El 10 de octubre, al día siguiente del fallo emitido por el Tribunal de La Plata, De Elizalde dio a conocer una declaración en la que anunció que “oportunamente se habrá de resolver, conforme a las disposiciones del derecho canónico (la ley eclesiástica), acerca de la situación de Christian von Wernich”. En la misma ocasión el obispo dijo que “rezamos por él (por Von Wernich), para que Dios lo asista y le otorgue la gracia que necesita para comprender y reparar el daño ocasionado”. Por todo esto, el “capítulo Von Wernich” puede estar incluido en el “intercambio pastoral”, aunque es improbable que la asamblea incluya alguna referencia sobre el asunto así sea en una declaración referida a otros temas nacionales.
En otro momento de la asamblea, la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside el obispo Jorge Casaretto, informará sobre el proyecto de planificación pastoral de drogadependiencia. Los obispos también discutirán sobre la forma de aplicación a nuestro país de las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida (Brasil), en mayo último, con la presencia del Papa Benedicto XVI. El encuentro episcopal finalizará el viernes por la tarde para permitir que los obispos se trasladen hasta Chimpay (Río Negro), donde el domingo se realizará la ceremonia de beatificación de Ceferino Namuncurá, con la presencia del Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Tarcisio Bertone.
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