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Apeló al argumento más trillado. Durante la declaración indagatoria que prestó ayer en la causa por el contrabando de armas, Carlos Menem atribuyó a la campaña electoral la reciente repercusión sobre la cuenta bancaria que admitió poseer en Suiza. Ante el juez en lo penal económico Julio Speroni, el ex presidente negó haber abierto cuentas en el exterior entre 1990 y 1995, período en el que se concretaron los embarques de armamento y municiones a Croacia y Ecuador. Mientras tanto, en las puertas de los tribunales de Retiro, medio centenar de manifestantes con bombos y trompetas y algunos miembros de la denominada “brigada antiescrache” entonaban cánticos a favor de Menem y colgaban pasacalles con propaganda sobre su candidatura a presidente para 2003. En diez días el juez Speroni resolverá su situación procesal y consideraría que no hay mérito para sobreseerlo, pero tampoco para procesarlo por el decreto que posibilitó el desvío de armas a Ecuador. Como también fue indagado por su presunto enriquecimiento ilícito derivado de esta maniobra, Menem obtendría una falta de mérito en relación con ese delito.
Era noche cerrada cuando el ex presidente y actual candidato presidencial llegó a los tribunales de Comodoro Py. La caravana de cuatro vehículos ingresó a las 6.55 al acceso subterráneo por donde entran los reos y los imputados y testigos VIP. Esta vez no estaba su esposa Cecilia Bolocco, que lo acompañó cuando quedó detenido en junio de 2001, como así tampoco dirigentes notorios. Además de sus abogados Alejandro Novak y Martín Menem, lo acompañaron el director del cementerio islámico Eduardo Azar, y la militante justicialista Mary Cardozo. Y lo custodiaron una docena de llamativos y trajeados guardaespaldas. Menem tuvo que esperar hasta las 7.30 en el despacho de uno de los secretarios del juzgado.
Tal como había ordenado la Cámara del fuero penal económico, Speroni lo interrogó sobre la ruta del dinero de las coimas cobradas por la operación, de la cual podría derivarse un posible enriquecimiento ilícito del ex presidente. Además de negar haber abierto cuentas bancarias en el exterior durante el período en que se concretó la maniobra, el imputado aseguró que no realizó ningún movimiento en la que ya tenía activa en Suiza desde 1986. Fue entonces que, a modo de comentario, se quejó del “ruido político” que había generado su admisión sobre la existencia de esa cuenta. Menem negó conocer a los traficantes de armas Jean Bernard Lasnaud y Diego Palleros, y dijo no recordar al ex subinterventor de Fabricaciones Militares Norberto Emanuel y al financista Pedro Stier.
Durante las casi cuatro horas que duró la audiencia, el ex presidente pidió ir al baño tres veces y aceptó un mate cocido. El trámite había comenzado en medio de un clima distendido, precedido por comentarios sobre las corbatas de los presentes y una mención de Menem sobre los recientes triunfos de River Plate. En medio de la indagatoria, Speroni ordenó desalojar el pasillo del juzgado, ubicado en el sexto piso, porque le molestaba el murmullo que causaban los guardaespaldas que esperaban allí. Menem fue interrogado también por haber firmado el decreto 103 de 1995 que habilitó el envío de 75 toneladas de armas y municiones a Venezuela, que fueron desviadas a Ecuador en medio de la guerra con Perú. Poco aportó porque el ex presidente se remitió a sus explicaciones anteriores, cuando fue indagado por los decretos de 1991 y por lo que ya obtuvo una falta de mérito. Y mencionó el fallo de la Corte Suprema que lo puso en libertad al determinar que la firma de los decretos sólo tienen el efecto de hacer cumplir una orden, y que no integró una asociación ilícita. Según relató el abogado Novak, su cliente volvió a hacer referencia a “los pasos anteriores de control” sobre el decreto 103, entre otros la Comisión Tripartita de los ministerios de Economía, Defensa yCancillería, así como que “había dictámenes jurídicos avalando ese decreto”.
Poco antes de las 11 Menem se retiró en medio de las efusivas manifestaciones de sus adherentes, que habían hecho el “aguante” tocando la marcha peronista y la versión de “Matador” que popularizó el bombista Tula. “Menem te necesito” y “Fuera justicia corrupta” rezaban los carteles hechos a mano que agitaban frente a las cámaras de televisión mientras la caravana se alejaba. Novak se mostró optimista sobre la suerte procesal que tendría su defendido ya que, dijo, “tenemos el antecedente de la falta de mérito que la Cámara dictó sobre (Domingo) Cavallo”. La resolución de Speroni se conocería el 11 de setiembre, cuando se cumplan los diez días que establece el código. Aunque la Cámara aún no determinó si su juzgado es competente para avanzar en la investigación sobre el enriquecimiento ilícito de Menem, Speroni prefirió indagarlo y decidiría que no hay elementos suficientes para procesarlo. La defensa de Menem pretende que la causa por enriquecimiento ilícito que está instruyendo el juez federal Norberto Oyarbide pase a manos de Speroni. Ese magistrado recibió del fuero federal otra causa por el mismo delito, en la que Menem es el único imputado. Fuentes judiciales indicaron que en el juzgado consideran que ese delito no debe ser investigado por el fuero penal económico. Además, dicen necesitar la información sobre las cuentas suizas. Aunque la Justicia helvética confirmó que los exhortos fueron hechos en forma correcta, no enviaron la información requerida porque pidieron más precisiones.