A partir de la resolución de la jueza Sandra Arroyo, se inicia ahora un proceso de apelación ante la Cámara Federal de San Martín. Como hay personas detenidas, no rige la feria judicial. En forma paralela, la magistrada tiene medidas pendientes, algunas decisivas en la investigación del crimen del represor Héctor Febres:

u Actualmente se está realizando el peritaje sobre la computadora personal de Febres. Uno de los datos más asombrosos es que el aparato fue sacado de la habitación del prefecto después de la muerte y todo indica que se intentó esconderlo. A través de una escucha telefónica, Arroyo logró detectar la computadora. Como es obvio se están analizando todos los archivos, incluso los borrados.

u Están pendiente los estudios de ADN sobre el semen encontrado en el recto de Febres. En principio se encontraron dos grupos sanguíneos diferentes, lo que indicaría que el represor mantuvo una relación sexual. Si estos datos se confirman, habrá que buscar quién mantenía ese vínculo con Febres y si existe la posibilidad de que esa persona le haya suministrado el cianuro.

u Los investigadores trabajan también en los estudios toxicológicos. Se buscan sedantes u otras sustancias químicas que puedan tener relación con la forma en la que se suministró el cianuro. La jueza Arroyo necesita armar, sobre la base de los elementos científicos y las declaraciones, una reconstrucción lo más aproximada posible de la muerte del represor Febres.