Luego de conocer que el patrimonio de la presidenta Cristina Fernández y del ex Néstor Kirchner aumentó en más de cinco millones de pesos durante 2007, el titular del bloque de diputados de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, manifestó “preocupación” y advirtió que “lo verdaderamente sorprendente” es la evolución de los bienes personales de “empresarios amigos vinculados” al matrimonio. El legislador de la CC que lidera Elisa Carrió no se explayó sobre los motivos de su preocupación.

Según las declaraciones juradas que el ex mandatario y su esposa presentaron la semana pasada ante la Oficina Anticorrupción, durante 2007 cobraron 5.264.105 pesos sólo por alquileres de propiedades: 19 casas, 14 departamentos, seis terrenos y dos locales comerciales. La mayor parte de esos inmuebles los adquirieron durante la última dictadura militar, cuando se dedicaban a los negocios inmobiliarios.

Durante el último año del mandato de Kirchner, según se desprende de las declaraciones juradas, el aumento de patrimonio se justifica en un edificio de diez departamentos inaugurado en el centro de Río Gallegos y un complejo turístico en El Calafate, inversión por la que se endeudaron en más de ocho millones de pesos. Según los datos que publicó ayer el diario La Nación, la fortuna de la Presidenta y su marido alcanzó un neto de 17.824.941 de pesos, casi once millones más de lo que tenían cuando Kirchner llegó a la Casa Rosada en 2003.

La inversión mayor es el complejo turístico Los Sauces, que comenzó a funcionar en octubre de 2007 y es vecino a la casa que los Kirchner se construyeron en El Calafate. Los Sauces también se llama la casa del matrimonio presidencial y la sociedad anónima que conformaron ambos junto a su hijo mayor Máximo para ocuparse de los negocios inmobiliarios.

El diputado de la Coalición Cívica sugirió que “más allá de la preocupación del patrimonio declarado de los Kirchner, resulta sorprendente cómo empresarios vinculados al ex presidente y a la Presidenta se van quedando con inversiones absolutamente estratégicas, como, por ejemplo, empresas petroleras”. Pérez mencionó expresamente a los empresarios Lázaro Báez, dueño de Austral Construcciones; Cristóbal López, cabeza de la petrolera Oil M&T y Enrique Eskenazi, titular del Grupo Petersen, que acaba de adquirir una parte de Repsol-YPF.

Las dudas sembradas por Pérez tienen lugar dos meses después de que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández generara sospechas sobre los ingresos de la líder opositora Elisa Carrió. El funcionario sugirió una contradicción entre los bienes declarados por la chaqueña y su elevado nivel de vida. Carrió explicó que cobraba 6000 pesos por dar clases en su Instituto Hannah Arendt, otros 5000 producto de un chanchito que cada mes le donan cuatro diputados del ARI.

Nadie del gobierno nacional salió ayer a hablar del caso. Desde que asumió en 2003, Kirchner se convirtió en el presidente que mayor patrimonio declaró, muy lejos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, quienes aseguraban tener más de un millón pero menos de dos millones de pesos. En el kirchnerismo siempre explicaron que lo hacía porque no tenía nada que esconder y que era preferible poner todos los bienes en las declaraciones juradas, como lo marca la ley, y no que estuvieran escondidos en cuentas del exterior, un hecho por el que Menem está cerca de ir a juicio oral.