Luis Barrionuevo fue el encargado de promover y apurar la cumbre antimoyanista. El líder de los gastronómicos convocó a un encuentro en Mar del Plata de todos los gremios opositores a Hugo Moyano, para trazar una estrategia común que les permita desplazar al camionero de la secretaría general de la CGT en julio, cuando concluya su mandato al frente de la central sindical. Un cargo que el camionero no pretende abandonar y mucho menos sin ofrecer resistencia.

El próximo miércoles –un día después de la reunión que Moyano tendrá con Cristina Fernández de Kirchner en la Casa Rosada–, Barrionuevo será el anfitrión del encuentro en su propia casa del balneario de Punta Mogotes, hasta donde prometieron viajar los referentes del barrionuevismo, de los “gordos” y los “independientes”.

Como en los viejos tiempos, asado de por medio, los popes sindicales se sentarán a acordar una estrategia común para volver a la conducción de la central obrera. En la cumbre de Punta Mogotes comenzará la selección del sindicalista que intentarán promover como reemplazante del camionero. Allí, según una propia fuente del gastronómico, cada sector nominará a un representante y, de los tres, aquel que “sintetice el pensamiento de la mayoría” será el elegido para catapultarlo como “el nuevo titular de la CGT”.

De la cumbre sindical participarán los barrionuevistas Vicente Mastrocola (plásticos), Carlos Acuña (estaciones de servicio), Luis Cejas (viajantes), Horacio Valdez (vidrio) y Luis Campos (Carga y descarga), entre otros. Los “gordos” estarán representados por Armando Cavalieri (mercantiles), Carlos West Ocampo (Sanidad) y José Pedrazza (Unión Ferroviaria). En tanto, la lista de los “independientes” que comprometieron su presencia la encabezan Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Fentos).

Conocedor de la conspiración para eyectarlo del máximo sillón cegetista, Moyano intentará mostrarse ante el gobierno nacional como el único dirigente capaz de mantener en cauce los reclamos salariales en medio de las negociaciones paritarias. Tampoco ocultará el poderío de los gremios que lo respaldan, si no consigue la bendición oficial para continuar al frente de la CGT.