La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, confirmó ayer que su país y Argentina realizarán a fin de año un acto conjunto para conmemorar los 30 años de la mediación vaticana que evitó una guerra por el litigio en el Canal de Beagle y deslizó la posibilidad de que el papa Benedicto XVI viaje para estar presente. “En una de ésas, nos sorprende el Papa que viene”, sostuvo en un acto en el sur de Chile.

La posibilidad del acto conjunto fue algo que se venía barajando ya en los últimos contactos entre funcionarios de ambos países. Incluso, Cristina Fernández de Kirchner habló de eso con Bachelet cuando se vieron en Santiago de Chile, para la Cumbre Iberoamericana de noviembre pasado.

Ambas presidentas están muy interesadas en trasladar su excelente vínculo personal a la relación bilateral, que si bien es buena desde hace tiempo nunca fue todo lo estrecha que podría serlo. “En Chile hay mucho interés en acercarse a la Argentina”, explicaban esta semana en el Palacio San Martín.

En esa dirección, un acto conjunto para conmemorar un conflicto de ribetes absurdos que por poco terminó en un enfrentamiento bélico entre las dos dictaduras que presidían los dos países en diciembre de 1978 se presenta como una ocasión ideal.

En ambos gobiernos está la intención de darle el máximo relieve a la celebración. Ese día crearán una fuerza binacional denominada Cruz del Sur, con financiamiento propio y un comandante en jefe alternativo argentino y chileno. Está prevista la participación de muchos invitados especiales. Pero ayer Bachelet reveló la posibilidad de que viaje el Papa, algo que hasta ese momento no había trascendido.

“Vamos a hacer un acto en una zona común entre Chile y Argentina. Hemos invitado al secretario de Estado del Vaticano. Quién sabe, en una de ésas, nos sorprende el Papa que viene”, dijo ayer la presidenta chilena. Sería todo un acontecimiento. Hace más de 20 años que un Papa no visita la Argentina, desde que abril de 1987 cuando Juan Pablo II aterrizó en Buenos Aires.