Jueves, 24 de enero de 2008 | Hoy
En el cuarto fallo judicial contra las medidas de Macri, el juez Gallardo le ordenó a la ciudad que reincorpore a los cesanteados y que entregue la lista de los despedidos. Para el macrismo, los jueces pretenden “dar una batalla política contra Mauricio”.
Por Werner Pertot
El jefe Mauricio Macri tuvo la oportunidad de atragantarse con el desayuno al enterarse del cuarto fallo judicial en su contra. Como anticipó Página/12, el juez Roberto Gallardo aceptó un amparo que presentó el gremio Sutecba: ordenó que la ciudad reincorpore a los 2400 trabajadores despedidos. También que entregue una lista de los cesanteados y otra de los de planta permanente pasados a disponibilidad. En ambos casos fijó un plazo de dos días. El gobierno porteño apelará el fallo y puso en duda que pueda armar la lista en ese tiempo. Por lo bajo, los macristas acusaron a los jueces de “dar una batalla política contra Mauricio”. En el final de su fallo, Gallardo aludió a la frase del Jefe sobre que le ponen “palos en la rueda”: “No se debe olvidar que, antes de buscar el palo en el camino, es bueno revisar la rueda del carro”.
El inamovible Amadeo Genta eligió la frase del juez como título de una solicitada, en la que reclamó “la reincorporación inmediata de todos los trabajadores de la planta transitoria que dejaron cesantes”. En su presentación, el titular de Sutecba había pedido por los contratados y también por los trabajadores de planta permanente que fueron pasados al Registro de Agentes en Disponibilidad (RAD). El gremio denunció que al menos diez de ellos eran delegados y tenían fueros sindicales. Gallardo ordenó que se los reincorpore a sus puestos de trabajo y destacó que el gobierno “no puede desconocer la inmunidad gremial”.
El fallo tiene todas las marcas de quien lo escribió. Gallardo es conocido por producirles dolores de cabeza a los jefes de Gobierno: a Aníbal Ibarra le clausuró la Rural en el último día de una megaexposición y también le ordenó a Jorge Telerman que se descontara de su bolsillo una multa mientras no resolviera la situación de una villa. Quienes visitaron su despacho no pueden olvidar la pintura del Che Guevara que tiene en la pared.
En el fallo, Gallardo advirtió que “la situación a la que habrían sido expuestos (los despedidos) no resulta ni humana ni jurídicamente aceptable”. Destacó que “lo primero que llama poderosamente la atención es que no aparecería un acto evaluatorio de cada uno de los casos”. Es decir, que no hubo un censo previo a los despidos que –recalcó Su Señoría– “no pueden nunca ser el resultado de una decisión antojadiza o infundada”.
Parte del fallo parece escrito en respuesta explícita a Macri: contra el argumento de Macri de la intromisión en el Poder Ejecutivo, el juez dejó apuntado que la medida cautelar “no pone en tela de juicio las competencias que serían propias del Ejecutivo”. “No se trata aquí de impedir reformas del Estado, ni de imponer el gobierno de los jueces por sobre el de los funcionarios electos”, replicó Gallardo. “Nada impide que el jefe de Gobierno decida racionalizar gastos o reducir plantas de trabajo o generar cesantías o despidos. Lo que no puede ocurrir es que esas decisiones sean arbitrarias, discriminatorias, ilegales, inmotivadas, y violatorias del orden público laboral”, le reprochó al Jefe. “No resulta aceptable que quien emita las normas y está llamado a respetarlas termine violando su contenido”, lo reprendió.
“Vamos a apelar con los mismos argumentos que en el caso de Liberatori: adolece de la misma falta de fundamentos jurídicos”, planteó a Página/12 el procurador general Pablo Tonelli, quien indicó que “hasta tanto logremos que la Cámara revoque la decisión, la cumpliremos”. Sobre el pase a disponibilidad de delegados gremiales, respondió: “A mí no me consta. No lo sé”. A diferencia de cuando salieron los tres fallos de Elena Liberatori, los macristas no dejaron trascender ni la posibilidad de un juicio político ni la recusación del magistrado. Tampoco la descartaron.
–¿Van a entregarle a Gallardo la lista de cesanteados? –preguntó este diario.
–Si la tenemos en dos días, sí. Si no, le pediremos una prórroga –indicó Tonelli.
En el gobierno porteño intentaron bajarle el tono al cuarto fallo en contra. Advirtieron que podía dificultarse entregar las listas que pide el juez, dado que hasta ahora no existen. “Existen listas parciales, hay que confeccionarla y eso lleva algún tiempo”, estimaban desde la gestión PRO. “El número de 2400 se calculó a grandes rasgos, en base a lo que informó cada área”, reconocieron. En el entorno de Macri ya dejaron de plantear que se enfrentan a “una jueza que quiere sentarse en el sillón de Mauricio”. Para los macristas, ahora son “unos jueces empeñados en dar una batalla política contra Mauricio”.
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