La Argentina y Estados Unidos dieron ayer otro paso para dejar atrás las interferencias que produjo en la relación bilateral el escándalo de la valija con casi 800 mil dólares que Guido Antonini Wilson trató de ingresar al país: Cristina Fernández de Kirchner recibió a un grupo de congresistas norteamericanos, quienes le retribuyeron el gesto con un sinnúmero de elogios. “En mis veinte años como miembro del Congreso, nunca tuve una reunión mejor y tan agradable”, declaró el demócrata Elliot Engel, jefe de la misión que trajo el mensaje de que entre Washington y Buenos Aires todo está como si nada hubiera sucedido.

La recepción de la comitiva estadounidense en la Casa Rosada estuvo en línea con la decisión de las administraciones de Fernández de Kirchner y de George Bush de dar por superado el cortocircuito surgido como consecuencia del caso Antonini Wilson. La relación entre la Argentina y Estados Unidos atravesó su peor momento apenas asumió la actual Presidenta, cuando desde Miami se reveló –en el marco del juicio que allí se realiza por el escándalo– que la valija con 800 mil dólares proveniente de Venezuela estaba destinada a financiar la campaña oficialista.

“Más allá de lo que suceda eventualmente en la Florida, eso no tendrá ninguna influencia en la estima que sentimos hacia usted y su gobierno”, contó Engel que le dijo a Fernández de Kirchner durante la hora que la comitiva de congresistas estuvo en el despacho presidencial, como también que el poder político “no controla” la investigación judicial que se realiza en Miami. Y comentó que la Presidenta les había manifestado que su propósito era “tener una relación estrecha y cálida” con Estados Unidos.

El primer gesto de distensión entre Buenos Aires y Washington tuvo lugar semanas atrás, cuando la Presidenta recibió al embajador de Estados Unidos en el país, Earl Wayne. La administración de Bush devolvió la gentileza con la concesión del placet de embajador argentino en Estados Unidos a Héctor Timerman.

Ambos diplomáticos compartieron ayer la charla de la mandataria con los congresistas junto al canciller Jorge Taiana y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quienes en poco tiempo más viajarían como muestra de buena voluntad a la capital estadounidense para entrevistarse allí con el subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, Tomas Shannon. La misión encabezada por Engel la completaron los también demócratas Gene Green y Maurice Hinchey y los republicanos Jerry Weller y Virginia Foxx.

“Tengo que enfatizar lo impresionado que quedé. Es una gran líder. Salimos con la impresión de que estuvimos reunidos con uno de los presidentes más capaces y preparados”, expuso Engel y dejó para el recuerdo los recientes problemas en la relación: “La Argentina y Estados Unidos pueden aprender mucho de sí mismos y trabajar en conjunto en muchos temas, y estamos acá para ayudar a fortalecer las relaciones entre ambos países”.

Engel no ahorró en elogios a Fernández de Kirchner y la definió como “una líder con la cual queremos trabajar”. También le dijo: “Crecí leyendo sobre los desaparecidos, pertenezco a la misma generación a la que pertenecen usted y su gobierno, y admiro profundamente cómo creyeron en los ideales de un mundo mejor”.

Sus colegas también se mostraron por demás amigables. “Encontrará en todas las mujeres del Congreso de los Estados Unidos un apoyo a sus intensos esfuerzos por combatir el tráfico de personas”, le transmitió Foxx, mientras que Weller agradeció la contribución “en el proceso de paz en Haití” y remarcó que sabía del “fuerte apoyo de la Presidenta a la comunidad judía”.