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P/12 n l Ctro Nval

Paradojas de la vida. Los marinos comentan en voz baja, culposos, “viste lo que sacaron hoy”. Casi gerontes, sobrevivientes de la Armada que dirigía El Negro léase Emilio Eduardo Massera, se apoltronan en el Centro Naval y no pueden creer que Página/12 ponga en letras de molde lo que pasa en el interior de esa fuerza que no deja de aportar represores a las causas judiciales. “Nos bombardean a través de ese medio”, despotrican haciendo propio aquello de que la culpa es del mensajero. Se sabe que la instrospección no es el fuerte de los hombres de mar.

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Plabra d tstigo

Parecía una declaración más en la investigación sobre el destino de Jorge Julio López, el testigo que contribuyó a condenar al represor Miguel Etchecolatz y que permanece desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006. Ante la mirada impasible del juez federal Arnaldo Corazza, un nuevo testigo proveniente del sur explicaba con detalle que López había sido “despedazado”. Testimoniales como la que estaba tomando el juez hubo muchas en la causa, desde delirios inocentes hasta otros direccionados a entorpecer la investigación, desde mujeres pájaro que veían a López en sus vuelos nocturnos hasta servicios de inteligencia de todo pelaje que se ofrecían para buscarlo. En el caso de esta declaración, cualquier duda fue despejada cuando el hombre, para despedirse, recordó: “Ah, señor juez, me olvidaba, soy el hermano del Che Guevara”.

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Pbre Ngro

Néstor Kirchner hace política recluido en sus oficinas de Puerto Madero, sin perderles pisada a las noticias del día a día. Si bien pugna por mantener el perfil más bajo que le sea posible para que no se hable de “doble comando”, como en las viejas épocas se sale de la vaina por comentar lo que lee en los diarios. La semana pasada, por ejemplo, analizaba a su manera el acuerdo “tendencia” del 19,5 por ciento que cerró el líder de la CGT, Hugo Moyano, con su esposa, la presidenta Cristina Fernández. “Ahí salieron a decir que era del 24 por ciento cuando en realidad es menos del 19, si lo terminan de cobrar en enero de 2009”, sostenía. “Pobre Negro”, bromeaba en referencia a Moyano. “Una vez que hace algo bien y todavía lo critican”, agregaba antes de encerrarse de nuevo en su despacho de paredes blancas a seguir recibiendo dirigentes políticos.

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Snador técnco

Entre los objetos que llevó al despacho que le dieron en el Senado, Daniel Filmus incluyó varios que recibió durante las campañas electorales del año pasado, muchos vinculados con San Lorenzo de Almagro, club del que es hincha. Por ejemplo, el diploma de director técnico honorario que le otorgó la vieja gloria azulgrana Victorio Nicolás Cocco. Analizando el difícil momento que transita por estos días el equipo que conduce Ramón Díaz, Filmus les comentaba a sus amigos que estaba en condiciones de asumir la dirección técnica cuando se lo requirieran. “Por lo menos no me va a pasar como a Telerman, yo título tengo”, les decía apuntando al cuadrito.

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Vcacins polcials

“Me fui a Europa, donde estaba invitado por la policía”, le contó Juan Carlos Blumberg a Página/12. Dice que hizo cinco mil kilómetros en un coche prestado y sacó veinte rollos de fotos. “Estuve con familiares en Navidad y Año Nuevo. Y visité las policías de Madrid, de Valencia, de Barcelona, de Santiago de Compostela”, relató el Inyenieri.

–Fueron unas vacaciones un tanto policiales...

–Sí, también estuve en Nueva York, con la gente del Manhattan Institute, con la policía de Nueva York, de Miami...

Ls busts en l Csa Rosda

Ya instalados con la impunidad que los caracterizó, los dictadores que gobernaron en la Argentina mantendrán su imagen en el Salón de Bustos de la Casa Rosada. Pero, a partir de abril, llevarán debajo una leyenda identificándolos como “presidentes de facto” para diferenciarlos de sus ilustres vecinos elegidos por el voto popular. La reforma al salón que ideó el Gobierno se completará con el agregado de tres nuevos bustos: los de Héctor Cámpora, Isabel Perón y Raúl Alfonsín, que por estos días reciben sus últimos retoques.

La primera idea del Gobierno fue que las imágenes de los dictadores no debían permanecer en la Casa Rosada, así como el 24 de marzo de 2004 fueron retirados los cuadros de Videla y Bignone del Colegio Militar. El busto debe entenderse como un homenaje permanente, no por nada a ese lugar se le llama hall de honor y cada mañana el presidente en ejercicio debe atravesarlo para llegar a su despacho. Debate interno mediante, se llegó a la conclusión de que retirarlos podría interpretarse como negar la historia argentina. Así que se optó por colocarle a cada pieza que represente a uno de los mandatarios que accedió al poder mediante un golpe de Estado una placa de bronce con la leyenda “presidente de facto”.

Por un decreto de diciembre de 2006, Néstor Kirchner delegó en la Secretaría General de la Presidencia las reformas necesarias para la organización de la Galería de Bustos, cuyo origen debe rastrearse hasta 1883, cuando Julio A. Roca encargó la confección de las imágenes de los tres primeros presidentes del país. Lo único que estaba reglamentado hasta ahora era que el busto debía realizarse una vez que se cumplieran dos mandatos constitucionales completos desde la salida del presidente en cuestión.

Ahora se estableció un detallado protocolo para realizar cada pieza que incluye el tamaño máximo (72 cm de altura). Los beneficiarios serán “los ciudadanos que desempeñaron, por mandato constitucional, el cargo de Presidente de la Nación”. Por tanto, aunque nadie los tenía muy en cuenta, los presidentes de facto que todavía no tenían su busto (de Lanusse para adelante), ya no lo tendrán. Quienes sí están muy cerca de tener su imagen son Cámpora (se le encargó al escultor César Fioravanti), Isabel (Enrique Savio) y Alfonsín (Orio Dall Porto). Para unificar criterios, el nuevo protocolo estableció que la imagen que tomará de modelo el artista para pulir el mármol serán las fotografías del día de asunción de la presidencia. Además, para dejar a todos conformes, cuando la obra se encuentre avanzada se les consultará a los familiares de los presidentes para que den su opinión. Para el caso de Alfonsín, por ejemplo, llamaron a su hijo, el ex candidato a gobernador Ricardo, quien sugirió cambios en el bigote, labio y nariz del ex presidente que fueron tenidos en cuenta.

Curiosidades del caso, según analizaban en la Secretaría de la Presidencia –encargada de las reformas–, Eduardo Duhalde fue presidente por “mandato constitucional” de la Asamblea Legislativa, por lo que le correspondería tener su busto. En cambio, consideraban que los breves presidentes que gobernaron aquel ajetreado fin de 2001 sólo lo hicieron de manera provisoria.

El post Vaya a saber por qué, a Artemio López se le ocurrió relevar por estos días en su blog rambletamble.blogspot.com una entrevista al cantante de Oasis, Noel Gallagher, en la que se refirió a la mandataria de Chile, Michelle Bachelet: “¡Tienen una mujer presidenta! Uf, Dios los ayude”. Cuando le preguntaron por qué pensaba eso, respondió: “Porque nosotros tuvimos una mujer como primer ministro y arruinó el país”, dijo, obvia referencia a Margaret Thatcher. La periodista chilena que lo entrevistaba le señaló las diferencias ideológicas entre ambas, pero Gallagher se limitó a contestar: “¿De verdad? Ja, no sé. Las mujeres son siempre lo mismo”. Artemio López concluyó: “El vaticinio de Gallagher, injusto pero premonitorio, aconteció mucho antes de que las sucesivas crisis con los estudiantes secundarios, el transporte público en Santiago y el estilo de gobierno de Bachelet impactaran muy negativamente sobre su imagen”.

El libro Daniel Filmus aprovechó sus vacaciones tras dejar el Ministerio de Educación y leyó tres volúmenes de corrido. Disfrutó de El último encuentro, de Sandor Marai, donde el escritor húngaro narra el reencuentro de dos amigos de la infancia tras cuatro décadas de alejamiento. El senador se hizo tiempo también para dedicarse a La historia del amor, de Nicole Krauss, y a La carretera, de Cormac McCarthy, el misántropo norteamericano que hoy sufre más prensa que nunca por el estreno de un film en los hermanos Coen basado en su novela No es país para viejos.