Roberto Porretti salió a responderles a los concejales como en pie de guerra: “Voy a venir a trabajar”, dijo. En una conferencia de prensa, dio por desconocida la suspensión de 90 días hábiles impuesta por el Concejo Deliberante y anunció que todavía dará batalla. Indicó que llamará a una consulta popular y que “acá hay alguien que quiere sentarse en la intendencia sin pasar por la voluntad popular”. En las última semanas, Porretti apeló a la teoría del complot como estrategia de defensa. Asegura que detrás de las denuncias por las coimas está la presencia del presidente del Concejo Deliberante, Rafael De Vito, que busca quedarse con su despacho. Su llamado a la consulta popular y la opción de que interponga un recurso de amparo fueron dos de las posibilidades que mencionó Porretti en las últimas horas. Según los especialistas consultados por este diario, ninguna de las medidas podría funcionar. La llamada a las urnas no puede hacerla –dicen en el Concejo–, porque debe hacerlo ese cuerpo deliberante. El amparo, en cambio, puede interponerlo, pero existe jurisprudencia en Buenos Aires que indica que el Concejo, Deliberante de una ciudad es “soberano” ante este tipo de decisiones.