Rodolfo Almirón, ex custodio de José López Rega y hombre clave de su organización terrorista, llega a Ezeiza hoy a las seis y media de la mañana en el vuelo 1135 de Aerolíneas Argentinas procedente de Madrid. Una vez que baje del avión será llevado a Tribunales para ser examinado por el Cuerpo Médico Forense. En el juzgado de Norberto Oyarbide tienen serias dudas de que logren indagarlo por los crímenes de la Triple A, aunque no está todo dicho. Lo que saben es que un informe que les mandó el Ministerio del Interior español dice que el ex subcomisario padece una gran cantidad de cardiopatías, “alteraciones de la memoria” con “ligera desorientación temporal” y “ligera inestabilidad en la deambulación”.

Para colmo, tanto Oyarbide como el camarista Horacio Cattani, Aerolíneas y el gobierno español habían recibido una carta de la esposa de Almirón donde les advertía que por su estado de salud, tras varios infartos de distinto tipo, su marido podría morir en el vuelo. “Solicito que en caso de fallecimiento el responsable del traslado se haga cargo de la repatriación del cadáver de un ciudadano español”, advertía la carta de la mujer, Ana María Gil Calvo, que además lo describía como un “enfermo psíquico”.

“Le ruego que antes de realizar un traslado demasiado arriesgado para la salud de mi marido, le suplico que solicite un forense de confianza para que ratifique la información que le envío”, reclamaba. Y enumeraba las patologías acumulados por Almirón: trastorno cognitivo con demencia de etiología degenerativa, infartos agudos de miocardio, infartos de origen tromboembólico, ateromasis cerebral difusa, cardiopatía isquémica, deterioro físico y mental por la supresión del tratamiento cuando quedó detenido, entre otras.

Oyarbide esperará el dictamen forense. Si consideran que está en condiciones de enfrentar el interrogatorio, después seguirá preso hasta que haya sentencia. Si no declara, Oyarbide lo mandaría a que quede detenido en algún instituto psiquiátrico, donde seguramente pasará el resto de sus días. El juez pidió a los forenses que le especifiquen que tipo de tratamiento debería recibir.