Cierre de las rutas, interrupciones en el subterráneo, cancelación de aterrizajes en Aeroparque y suspensión de las clases en escuelas fueron ayer algunas de las consecuencias de la invasión del humo, en su peor día. Además, aumentó la cantidad de afectados por el humo en los hospitales porteños, a los que asistieron más de 300 personas con broncoespasmos, irritación en los ojos y en la garganta. El fenómeno afectó a la propia presidenta Cristina Fernández, que no pudo viajar desde Olivos a la Casa de Gobierno en helicóptero, por la escasa visibilidad. Y al gobernador Daniel Scioli, quien tuvo que suspender un acto en Alejandro Korn, partido de San Vicente. El nivel de monóxido de carbono en el aire fue de 17 ppm, la mitad del máximo tolerable.

En las primeras horas, once autopistas y caminos de la provincia de Buenos Aires permanecieron con escasa visibilidad: las rutas 9, 12 y 14 fueron cerradas al tránsito. Además, el humo provocó tres accidentes de tránsito. De ellos, una colisión múltiple de 17 vehículos, pero sin víctimas, en el Camino del buen Ayre. En tanto, un hombre fue atropellado en la Autopista Riccheri.

Por la mañana, la autopista Buenos Aires-La Plata, desde la capital provincial hasta el peaje en Hudson, la Panamericana y el Camino del Buen Ayre fueron cerradas. Así quedaron clausurados los accesos a la Capital Federal, salvo los accesos con el sur del Gran Buenos Aires.

La niebla y el humo afectaron la ruta 8, en el tramo de Pilar y Arrecifes; la autopista Riccheri, donde la visibilidad no superaba los 200 metros; el Camino Centenario y General Belgrano, en La Plata; la ruta 11, entre Ensenada y La Plata, entre otras. A la tarde, la salida del sol contribuyó a ayudó a una mayor visibilidad por lo que se normalizó el tránsito en las rutas y accesos.

El persistente humo llegó ayer a los túneles del subte. Así, las líneas de subte A, B, D, E y H del subterráneos registraron demoras debido a la escasa visibilidad que había en los túneles por el humo. La línea C permaneció fuera de servicio desde las 12 hasta las 16.

La humareda también generó suspensiones en el aeroparque metropolitano, que permaneció cerrado para aterrizajes hasta las 14.30, cuando se amplió la visibilidad. En la noche el vocero de la Fuerza Aérea, Fernando Rubio, dijo que no descartaba que se volviera a cerrar si se agravan las condiciones climáticas.

La persistencia de la humareda, además, obligó a cancelar las partidas de ómnibus en terminales de Retiro y La Plata. La medida, adoptada por el Ministerio del Interior y de la CNRT, fue aplicada a partir de las 7.30 debido al cierre de varias rutas nacionales.

El Ministerio de Salud porteño dispuso un alerta amarilla para los hospitales oftalmológicos Lagleyze y Santa Lucía; pediátricos Elizalde, Gutiérrez y Garrahan, y de rehabilitación María Ferrer y Rocca, a raíz del aumento de consultas en servicios de guardias por la persistencia de humo. Mientras la cartera sanitaria nacional habilitó el 0-800-222-100 para recibir consultas.

En tanto, más de cien escuelas bonaerenses públicas, ubicadas en las cercanías del Delta del Paraná y en el norte del conurbano, y algunas en la Capital suspendieron ayer las clases. A su vez, el ministerio de Educación porteño sugirió a los directores de los establecimientos educativos que en caso de que el humo sea intenso suspendan las clases de educación física.

En los puertos el panorama, también, volvió a ser desfavorable. La Prefectura Naval cerró en la mañana otra vez ayer los puertos de Buenos Aires, La Boca, Dock Sud, La Plata, Escobar, Zarate y Campana.