EL PAíS
Cuando nadie lo esperaba
“¡Es un milagro, una obra de Dios!”. Los rescatistas no lo podían creer. A las 5.30 de la mañana de ayer, cuando lo único que restaba era recuperar los cuerpos sin vida de los fallecidos en el accidente, el cabo Carlos Vargas, de la Brigada de Bomberos de la policía provincial, escuchó un gemido proveniente de la baulera del micro. Al internarse en el habitáculo descubrió a un chico de 17 años, que lo llamaba con un hilo de voz. Aunque su identidad no trascendió, el adolescente se convirtió en el último sobreviviente en ser rescatado, y fue trasladado al hospital de niños de la capital catamarqueña, donde permanece internado fuera de peligro. “No se lo escuchó antes porque estuvo inconsciente por el shock del accidente”, comentaron los rescatistas. La policía informó que el chico, que presenta fracturas en sus brazos y sus pies, perdió a su madre en el hecho.