EL PAíS
Una provincia de luto
Una tras otra, en una hilera interminable, las ambulancias recorrían la ruta de regreso hacia Tucumán. Al anochecer, decenas de estos vehículos transportaban los restos de los pasajeros que fallecieron en el accidente ocurrido el domingo en el mismo camino. En Concepción, familiares y amigos esperaron la llegada de los cuerpos para su velatorio. Tucumán está de luto. El gobierno provincial dispuso el duelo durante tres días.
Las historias fueron terribles. Nora Bustos intentaba gestionar ante las autoridades el velatorio conjunto de sus seres queridos. Una tía, su prima y un sobrino de nueve años perdieron la vida en el desbarrancamiento. Pero en medio del dolor, desde el hospital de esa localidad tucumana surgió una buena noticia. “La pequeña está bien, no perdió el conocimiento en ningún momento y ya nos pidió una gaseosa”, contó Norma Perea, jefa de Pediatría. Se refería a Rita Figueroa, una nena de tres años que fue rescatada por los socorristas no bien ocurrido el accidente y que se encontraba internada en el centro médico para su recuperación total.