El director de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), Ricardo Echegaray, denunció ayer un “mercado negro” del trigo y ratificó que antes de exportar deberá estar abastecido el mercado interno. El funcionario aseguró que, frente a una cosecha de 16 millones de toneladas de trigo, se halló un faltante de cuatro millones, tal como informara PáginaI12. La maniobra fue descubierta gracias a los controles que llevó a cabo el organismo en estos días.

Las estimaciones de la Secretaría de Agricultura como de las entidades y consultoras rurales dan cuenta de que la campaña 20072008 arrojó una cosecha record de 16,2 millones de toneladas. Sobre ese total, Echegaray afirmó que se destinaron seis millones de toneladas a la exportación y otros seis millones a la molienda para el mercado interno, dejando cuatro millones, “que no aparecían”. Esas toneladas de trigo faltantes comenzaron a aparecer en los últimos días.

“Normalmente, los granos que van para la exportación los blanquean; el resto, que oscila en cuatro millones de toneladas, lo meten dentro de la molienda interna local, en el mercado negro; y allí empiezan a aparecer los precios de bolsas de harina muy superiores a los del mercado de abastecimiento”, resumió el titular de la Oncca.

Criticó también a los productores que, estimulados por el “buen precio internacional”, quieren exportar “todo”. Aseguró que “nadie discute la necesidad de que Argentina siga abasteciendo al mundo, siga conquistando mercados”, pero insistió en que “antes de exportar hay que abastecer el mercado interno”. “No puede ser que frente a una escasez de alimentos a nivel mundial, frente a un aumento indiscriminado de los commodities de los alimentos, los argentinos, que somos productores, tengamos que pagar los platos rotos”, agregó Echegaray.

Respecto de la postura que adoptó el campo frente a las compensaciones que dispuso el Ejecutivo, el funcionario dijo: “El agro podrá tener sus planteos, pero también tiene que transparentar su producción. La gente del agro no puede pretender cobrar compensaciones si no está en regla; es decir, figurando como monotributistas”.

Hizo entonces mención de que “cualquier productor” con 20 o 30 hectáreas de soja “supera los 144.000 pesos de facturación al año”. “Más allá del reclamo deben acompañar al resto de los argentinos y sumarse a un programa de transparencia fiscal y comercial”, concluyó.