La cotización del dólar en el mercado doméstico volvió a bajar ayer. Y lo hizo sin intervención del Banco Central. Pero lo que sorprendió a los operadores es que ese retroceso fuera de dos centavos, cuando en las jornadas anteriores era de uno sólo por vez. El objetivo de la entidad monetaria de castigar a los que apostaron a una escalada de la divisa ya es evidente. Pero no sólo a los especuladores, sino también a los exportadores. Por eso mismo, esos agentes económicos apuraron en estos días sus ventas para evitar quedar atrapados aún más en el tobogán en el que se convirtió la plaza cambiaria. Esto le permitió a Martín Redrado tomarse un respiro, al tiempo que evalúa el momento estratégico de hacer su aparición, absorbiendo los dólares que ingresan al mercado los exportadores, para empezar a recuperar reservas. La clave pasa sobre cuál será el piso que determinará del Central para el precio del dólar.

“El Banco Central empezó la tendencia bajista y la propia entidad será la que la detendrá”, coinciden los corredores en el recinto bursátil. De hecho, la estrategia de desmantelar una corrida contra el billete verde llegó tan lejos que, desde el jueves último, el propio mercado se encargó de dar el castigo a esos especuladores. El Central lleva cuatro jornadas consecutivas casi ausente de la plaza y el dólar lleva perdidos en ese lapso cinco centavos. Ayer ni apareció en el segmento mayorista y la divisa terminó en 3,069 pesos. Al público se negoció en 3,07 pesos para la compra y 3,10 la venta, dos centavos menos que en la víspera, según el promedio que arrojaron los principales bancos y casas de cambio del microcentro porteño. Desde el BCRA insisten en que “no existe una vocación de castigo”, y que, si se quisiera, con una simple operación por 50 o 100 millones “harían un desastre”.

Junto con la baja, volvió también la cantidad de negocios. En la jornada de ayer se transaron 722 millones de dólares, y buena parte la aportó el sector cerealero y oleaginoso. Al ingreso típico por regla estacional, con el calendario rozando la fecha de la liquidación de la cosecha gruesa, se suma el temor de que siga bajando el tipo de cambio. Así es que los exportadores reaparecieron liquidando fuerte, porque no quieren seguir perdiendo cotización de manos del Central, que detuvo la caída de reservas iniciada en abril pasado.

El nivel de reservas internacionales se ubicó en 48.562 millones de dólares, unos 34 millones menos que en la víspera. La merma responde al monto en pases activos en dólares a bancos privados. “Es una salida temporaria de reservas y sirve a los efectos de ajustar cualquier necesidad coyuntural de divisas”, explicó a este diario una alta fuente del Central. Desde que se instrumentó esta operatoria con el objetivo de limitar la salida de pesos del sistema, se otorgó algo más de 120 millones de dólares a siete días y a una tasa de corte de 4,8 por ciento.

La demanda quedó bien abastecida y el mercado operó durante toda el día con tendencia vendedora. “No sé hasta dónde, pero todo indica que seguirá bajando”, dijo a PáginaI12 el responsable de la mesa de cambio de Puente Hnos., Carlos Lizer. Al cierre, las posiciones a ambos lados del mostrador se encontraban equilibradas a estos valores para el inicio de la rueda de hoy.

Por su parte, el chiquitaje casi desapareció de la plaza y los depósitos bancarios retomaron su atractivo. Incluso los inversores de colocaciones a plazo privilegiaron los pesos a los dólares. La tasa de interés registró un alza en los últimos días que permitió recuperar depósitos. Los analistas vuelven a recomendar los plazos fijos como una inversión conservadora y de buen rendimiento. Una colocación de 30 y 60 días ofrece una tasa de 16,2 por ciento anual. “Ahora se revirtió la tendencia y están volviendo los depósitos en pesos. Esta corriente nos llama la atención, siendo que nosotros nos concentramos en las operaciones de cambio”, confirmó a PáginaI12 Alfredo Piano, presidente del banco homónimo. La fuente del Central coincidió en que “es uno de los objetivos que tenga una tasa más atractiva que la que tiene en dólares”.

La única aparición que tuvo el Central ayer fue en el mercado a término, aunque el saldo de su intervención fue modesto. Los contratos de dólar a fin de junio reconocieron valores similares a los del cierre en la plaza de contado, mientras que para julio se ofreció 3,085 pesos y a fin de año se pactaron a 3,165 pesos.