EL PAíS • SUBNOTA › FRACASó OTRO INTENTO OPOSITOR PARA DEROGAR LAS RETENCIONES
Los diputados de la oposición no consiguieron quórum para dejar sin efecto la resolución 125 y convocaron por su cuenta a una “mesa de diálogo nacional”, con la intención de forzar al Gobierno a negociar con el sector agropecuario.
› Por Miguel Jorquera
Después del tercer intento frustrado de sesionar para derogar las retenciones móviles, la oposición parlamentaria decidió convocar a su propia “mesa de diálogo nacional”, que “empuje al Gobierno a negociar” con los ruralistas que encabezan el lockout agropecuario. La propuesta impulsada por la UCR, la Coalición Cívica y el PRO incluirá a los “sectores productivos y sociales” y comenzará con un pedido de audiencia al Episcopado y la mesa de diálogo interreligioso. La semana que viene las bancadas opositoras volverán a cargar contra la resolución 125, confiados en que llegarán al recinto de Diputados con un as en la manga: el millón de firmas –que recogen organizaciones agropecuarias y partidos opositores– para que el Congreso elimine la suba de retenciones implementadas por el Ministerio de Economía.
“Me comprometo a bajar los decibeles de mis declaraciones. Tenemos que llamar a un diálogo desarmado. Debemos desarmar los espíritus”, dijo el macrista Federico Pinedo en la conferencia de prensa en la que se plasmó la convocatoria al diálogo. Antes, Adrián Pérez (CC) había afirmado que la iniciativa surgió ante “la intransigencia y la irresponsabilidad del Gobierno”. Y el radical Oscar Aguad informó sobre el pedido de audiencia al procurador general Esteban Righi, para que “explique cuál es la política de persecución penal que rige con los delitos que atentan contra la circulación de medios de transporte, ya que sorprende la disparidad de criterios con que actúan los fiscales federales en todo el país”. Una crítica explícita a la actuación del fiscal de San Nicolás, Juan Murray, que detuvo a ruralistas en San Pedro y citó a dirigentes opositores por los cortes de la autopista Buenos Aires-Rosario.
La idea de conformar la “mesa de diálogo nacional” fue moldeada por Pinedo, Pérez y Aguad durante la mañana, en los pasillos de un canal de televisión. El núcleo opositor logró llevar a la rueda de prensa al aliado macrista Francisco De Narváez y a la ex juecista Norma Morandini. No tuvieron éxito con el socialismo ni con Solidaridad e Igualdad (SI).
En la fracasada sesión, la UCR, la CC y el PRO hicieron propia la iconografía que enarbolan los ruralistas “identificar” sus reclamos: Aguad y la macrista Nora Ginzburg repartieron unas 15 banderas que distintos legisladores (entre los 50 presentes) colgaron de sus bancas ante las cámaras de TV. Sobre el final Patricia Bullrich (CC) se paró en medio de los discursos para izar una de ellas en el mástil del recinto.
El despliegue no cayó del todo bien en algunos diputados. Los peronistas disidentes Jorge Sarghini y Juan José Alvarez se retiraron del recinto y el ex SIDE se encargó de plasmar su malhumor cuando pasó frente a los periodistas: “Así no se hace política, esto es un show”.
A pesar de que la convocatoria incluía una decena de proyectos parlamentarios para el sector agropecuario, los diputados opositores sólo se encargaron en sus discursos de embestir contra el Gobierno. Aguad aseguró que “dos terceras partes del país están paralizadas”. Pérez responsabilizó al oficialismo por su “falta de voluntad para resolver el problema”. Pinedo dijo que “el Gobierno no quiere dialogar porque lo único que le preocupa es que no le tuerzan el brazo” y agradeció la presencia de varios ignotos dirigentes ruralistas que seguían la sesión.
Cuando todos los diputados opositores ya habían abandonado el Congreso, el titular de Confederaciones Rurales, Mario Llambías, apareció en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia: no iba a la fracasada sesión, sino a acompañar a estudiantes de Agronomía de la UBA y la UCA que juntaban firmas “a favor del campo”.
El diputado provincial bonaerense de la Coalición Cívica Horacio Piemonte presentó un pedido de informes sobre el uso de un avión de la Gobernación por parte de la esposa de Daniel Scioli, Karina Rabolini, en un viaje a Venado Tuerto “para efectuar un documental sobre ‘su’ vida”. En el pedido, Piemonte pregunta al gobernador si efectivamente su esposa “utilizó un avión de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires para su traslado a Venado Tuerto en función de una actividad particular”. También reclama saber qué norma le permitió hacer esto y quiénes lo autorizaron. Piemonte, además, reclamó que se le informe si se va a abrir un sumario administrativo para encontrar a los responsables, aunque el legislador sospecha que no tendrán que buscar muy lejos.
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