En medio del tratamiento legislativo de la reforma previsional, una consulta recurrente de afiliados a las AFJP en edad de jubilarse es qué les conviene hacer en este momento: apurar el trámite para obtener una renta privada o demorarlo para quedar incorporado a reparto. “El consejo es claro: deben esperar para cobrar por el Estado”, recomendó en diálogo con PáginaI12 el especialista Guillermo Jáuregui, director de la Revista de Jubilaciones y Pensiones, y autor del informe que escucharon el último miércoles los diputados en el Congreso con la evolución de la renta vitalicia y la Prestación Adicional por Permanencia (PAP) de 1994 a la fecha.

La explicación es sencilla: la PAP supera en todos los casos a la renta vitalicia (ver nota central y cuadro aparte). Esto se debe a una combinación de factores, entre los que se cuentan la reducción de los aportes a capitalización entre 2001 y 2007 –a 5 por ciento en 2001 y a 7 por ciento de 2002 al 31 de diciembre pasado–, la abrupta caída de los fondos administrados por la crisis financiera –en octubre de 2007 las AFJP tenían 96.601 millones de pesos de sus afiliados y en septiembre último apenas 94.442 millones, pese a que los cotizantes ingresaron durante esos doce meses 11.141 millones– y la mejora en el cálculo de la PAP, al multiplicar los últimos 120 aportes por 1,5 por ciento en lugar de 0,85 por ciento.

“Quienes se encuentran en condiciones de pedir la jubilación ordinaria o están próximos a la edad jubilatoria y están en una AFJP deben tener en cuenta que reparto paga una PAP que es mayor”, insistió Jáuregui. En conclusión, de optar ahora por un retiro programado quedarán ganando menos que si esperaran a solicitar una jubilación por el Estado. “La situación todavía es peor si optan por una renta vitalicia, porque en ese caso ya no podrán ser incorporados a reparto y deberán quedarse en las compañías de seguro de retiro, con una prestación menor para siempre”, alertó el experto. “El consejo es esperar a ver qué ocurre con la ley”, indicó.

Las rentas vitalicias no desaparecen, por lo que aquellos que firmaron contratos con compañías de seguros de retiro seguirán cobrando de esa fuente. Es posible que más adelante el Estado también salga en su rescate, pero por el momento no está contemplado.

Por otra parte, Jáuregui también alertó a quienes deban tramitar pensiones o retiros por invalidez. La situación es la misma que de aquellos que están próximos a jubilarse: les conviene esperar, sobre todo a los hombres nacidos después de 1963 y a las mujeres nacidas luego de 1968, que no tienen garantía del haber mínimo.