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La guerra entre el menemismo y el duhaldismo por la definición de los comicios internos se proyectó al Congreso. Ayer, los seguidores en la Cámara baja del ex presidente Carlos Menem llevaron adelante una de sus viejas amenazas, terminar con la supuesta homogeneidad del bloque oficialista. Los más feroces menemistas como Ricardo Quintela y Adrián Menem dieron el primer paso hacia una eventual ruptura de la bancada al conformar lo que denominaron subloque “Azul y Blanco”.
Los legisladores ultramenemistas repartieron un escueto documento donde argumentan los motivos de este nuevo grupo parlamentario. En su primer párrafo, los diputados ratifican su apoyo a la fórmula que integran Menem y el gobernador salteño Juan Carlos Romero. Luego piden “imparcialidad” en el proceso comicial y concluyen con una advertencia: “Solicitamos que la agenda parlamentaria no sea utilizada para llevar adelante argucias tendientes a suspender el cronograma electoral y obstaculizar el objetivo trascendental de una sana y pronta elección interna”.
En el documento, los diputados dejaron en claro que la creación del subloque responde exclusivamente a la disputa partidaria. Sin duda, se trata de una respuesta a la jugada impulsada por Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, José Manuel de la Sota y Néstor Kirchner, que convocaron al congreso partidario para elegir a una nueva junta electoral y arrebatarle el control al menemismo.
Dos integrantes del nuevo grupo, Jorge Escobar (San Juan) y Jorge Bucco (Córdoba), aseguraron que la lista de legisladores se extenderá con representantes de cinco diputados extrapartidarios de la UCeDé y de la Unión Federalista, que orienta Luis Patti en la provincia de Buenos Aires. Escobar insistió con la necesidad de “transparentar el proceso eleccionario” y “tener certidumbre” sobre el congreso partidario.
Los menemistas, amén del documento liminar, distribuyeron un listado de los que integran el subloque. Según ese papel hay 38 diputados de los 120 que conforman la bancada justicialista. Si todos son de la partida, los menemistas se están adjudicando un tercio de la representación oficialista. Pero la lista presentada de manera oficial contenía una picardía. Los impulsores del subloque incluyeron a la reutemista María del Carmen Alarcón. La santafesina no ocultó su sorpresa cuando se vio en la nómina y no sólo mandó a sus colaboradores a desmentir sino que además le pidió explicaciones a Quintela. El riojano sólo atinó a decir que se trataba de una simple equivocación.