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Cuestión de nombre. “Nosotros hemos llegado con Ernesto Sanz y nos han cambiado el nombre”, bromeó Gerardo Morales con unas pocas horas de sueño encima mientras trataba de memorizar el nuevo nombre de la línea radical que se lanzó ayer en Rosario. “Encuentro Nacional de Reafirmación Radical”, le confirmaban sus voceros mientras quedaba en el olvido Renovación Federal. “Bueno, así que no me vengan a decir que fue una imposición de Morales”, se reía el jujeño mientras mascaba coca para paliar el sueño y hacía alarde de su aceptación de la voluntad de los militantes.

Burla. El acto en el Sindicato Luz y Fuerza de Rosario terminó con un video con el tema “Cambia, todo cambia”, interpretado por Mercedes Sosa y coreado por los militantes. Pero entre los asistentes algunos se quejaban de que paradójicamente, el lanzamiento de la nueva línea interna venía a impulsar la continuidad de Morales al frente del partido, de Sanz en el Senado y Oscar Aguad en Diputados. “Cambia, nada cambia”, se burlaban enojados.

Críticas. El lanzamiento de la corriente Cantera Popular, realizado por la Juventud Radical en agosto pasado, fue duramente criticado ayer en Rosario. “Es patético que la Juventud Radical sea el club de amigos de un candidato”, disparó Morales apuntando al titular de la JR, Juan Nosiglia, y por elevación a su padre, el histórico dirigente porteño Enrique “Coti” Nosiglia. Es que en aquel lanzamiento realizado en San Juan, la figura estelar fue el vicepresidente Julio César Cleto Cobos.

Sueño. “Yo si no tengo cinco horas de sueño no existo”, decía uno de los senadores radicales que se quedaron hasta entrada la madrugada del sábado debatiendo la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. De los ocho que integran el bloque, algunos (como Juan Carlos Marino, de La Pampa) optaron por quedarse en Buenos Aires y otros, en cambio, vinieron después de unas horas de un sueño reparador. Pero hubo un tercer grupo (conformado por Ernesto Sanz y Gerardo Morales) que, almohada en mano, utilizó las tres horas de viaje para dormir un rato en el auto. Sorprendentemente, la jornada de debate radical terminó temprano. Nadie pudo afirmar a ciencia cierta si fue por el partido de la Selección o por la necesidad de descanso de los dirigentes.