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El gobernador tucumano Julio Miranda no pudo evitar ayer sonreír cuando le anunciaron que sus legisladores justicialistas archivaron los dos juicios políticos que pesaban sobre él. Esto no significa que haya logrado descomprimir la crisis de su gobierno y que su posible renuncia sea cuestión del pasado. Mucho menos después de que Hilda “Chiche” Duhalde presentara anoche un primer balance de lo realizado en el Operativo Rescate que coordina. El dato más relevante fue la detección de “un 17 por ciento de irregularidades en el otorgamiento de los planes Jefas y Jefes de Hogar”, prácticamente uno de cada cinco beneficiarios.
La dimisión de Miranda está latente. El es consciente. Sin embargo, sus colaboradores sostienen que el gobernador está “atornillado” a su puesto. Y el argumento para justificar tal afirmación es uno solo: “Si deja el gobierno a las 24 horas va preso”. El dilema para los mirandistas entonces es conseguir la forma que le permita abandonar la gobernación sin perjudicar al próximo mandatario –que esperan que sea peronista– y, por supuesto, que Miranda no se quede sin fueros. El anticipo de las elecciones es una posibilidad, pero incluso el 27 de abril –día previsto por ahora para elegir nuevo presidente– está demasiado lejos para el ex dirigente petrolero.
“Hay que darle un salvoconducto, pero se vuelve difícil encontrarlo”, se sinceran en el gobierno nacional cuando analizan la situación del gobernador tucumano. “¿Qué candidato a gobernador lo querrá llevar como postulante a diputado o senador nacional?”, se preguntaban anoche los mirandistas y uno que otro duhaldista.
Entre los duhaldistas hay quienes estarían dispuestos a darle una mano a Miranda para que saliera “lo más ileso posible”. Sin embargo, reconocen que más les preocupa que no perjudiquen la candidatura del crédito duhaldista en Tucumán, el senador José Alperovich. “José se tendrá que despegar en algún momento. Por ahora lo puede ayudar, de hecho lo hizo, pero no se puede hacer mucho más”, se sinceró ante Página/12 un funcionario de la Casa Rosada. La ayuda a la que hacía referencia el duhaldista era la presencia en la Comisión de Juicio Político tucumana de los dos legisladores que le responden a Alperovich, Edgardo Rocha y Germán Alfaro, quienes ayer votaron por el archivo de los juicios que se presentaron contra Miranda.
La muerte de la nena Jennifer Díaz (ver nota aparte) y el informe presentado por Chiche anoche se convirtieron en dos nuevos golpes contra la estropeada humanidad de Miranda. Pero los mirandistas no se quedaron de brazos cruzados. Ayer, distintos funcionarios provinciales realizaron fuertes declaraciones contra la presencia de la esposa del Presidente en Tucumán. Esto llevó a que Chiche decidiera suspender sus visitas a los barrios carenciados por temor a sufrir algunos inconvenientes. Pasó toda la tarde recluida en la vivienda que le facilitó Alperovich manteniendo reuniones con distintas organizaciones gubernamentales. “Hay mucha tensión en la calle. Es mejor parar por hoy”, reconocieron colaboradores de la primera dama.
Hoy, Miranda y su gente verán partir a la esposa de Eduardo Duhalde hacia Buenos Aires. Sin la presencia de la primera dama hasta el martes de la próxima semana cuando regrese a Tucumán, el mirandismo tratará de consensuar alternativas para una salida ordenada del gobierno.