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–¿Playa o montaña?

–Playa. Me gusta disfrutar del sol. El sol y el agua determinan la posibilidad de dedicarme a la lectura. Pueden ser playas argentinas o de Brasil, Uruguay o México.

–¿Bronceador o protector solar?

–Los morochos no usamos protector, lo traemos puesto.

–¿Vacaciones sedentarias o expediciones por distintos lugares?

–Tranquilo y sedentario.

–¿Lleva la notebook?

–Prohibido llevar teléfonos y notebook. Sólo libros y nada de diarios.

–¿Tiene Facebook o Twitter?

–Al Facebook no lo uso en mi oficina, pero sí mucho en la notebook. Es un mecanismo de conexión con mis hijas, igual que el Messenger.

–¿Practica algún deporte en las vacaciones?

–Hago el entrenamiento de siempre. Me levanto todos los días a las 6 y corro entre 45 minutos y una hora, hago abdominales, pesas y boxeo. Es una parte incorporada de mí. Si no lo hago, no puedo funcionar durante el día.

–¿Qué libros está leyendo o se reservó para leer en el verano?

–En los últimos quince días, estuve leyendo El ascenso del Príncipe Democrático, de Sergio Fabbrini; La economía canalla, de Loretta Napoleoni, y La era de la burbuja, de Emilio Ocampo.