Apenas comenzó a difundirse la noticia de que Néstor Kirchner estaba internado y debía ser operado de urgencia, el cardenal Jorge Bergoglio le ordenó al cura Juan Torrella que se dirigiera al sanatorio Los Arcos para brindarle asistencia espiritual. Dada la esquiva relación que mantiene el matrimonio presidencial con el arzobispo de Buenos Aires, no sorprendió a nadie que la ayuda del presbítero no fuera aceptada por la familia. “Vine para darle consuelo. Este sacramento es para llevar fortaleza y prestar asistencia religiosa a quien pasa un trance como éste”, sostuvo Torrella, quien al retirarse de la clínica negó que su presencia significara que el estado de salud del ex presidente fuera de grave riesgo. Para sumar un último detalle, el cura recordó que toda persona mayor de 59 años tiene “derecho a recibir este sacramento”. Kirchner cumple 60 el 25 de febrero.