La gobernadora fueguina, Fabiana Ríos, se reunió ayer en Ushuaia con autoridades de la Prefectura Naval para coordinar la aplicación del decreto presidencial 256, que establece que los buques que partan de puertos argentinos hacia las Islas Malvinas deberán solicitar autorización previa al gobierno argentino. En ese encuentro, Ríos manifestó su decisión de “poner a disposición del nuevo esquema establecido por el decreto nacional a todas las áreas del gobierno provincial para que colaboren en lo que sea necesario para los controles que requieran ser aplicados”. El jefe de Operaciones de Prefectura en Ushuaia, Rodolfo González, manifestó la voluntad de la gobernadora de “brindar toda la estructura del gobierno provincial a la autoridad marítima para la aplicación del decreto” y explicó que “a partir de ahora” se solicitará “la autorización a la comisión creada por el decreto”, además de la verificación rutinaria de seguridad y documentación. Según el prefecto, este control afectará, más que nada, a los cruceros de pasajeros que viajan desde Ushuaia a las Malvinas.