Juan Curutchet es, al menos lo era hasta hace un tiempo, habitué de la Fundación Atlas, una entidad que promueve el “liberalismo para una sociedad libre” y, según su página web, defiende “la economía de mercado y la propiedad privada”. Es una especie de “think tank” de la ultraderecha económica que viene anunciando el Apocalipsis desde el gobierno de Néstor Kirchner y tendría vinculación también con la multinacional Atlas Copco. Tal vez esto podría explicar la supuesta presencia de Curutchet en las tratativas de la empresa sueca para revertir una demanda millonaria. La Fundación Atlas, en su portal, señala entre sus organizaciones afines a Bicentenario, la fundación liderada por Curutchet, que se hizo famosa haciendo campaña contra la designación de Raúl Zaffaroni en la Corte Suprema y a la que la Inspección General de Justicia le negó personería jurídica en 2004 por sus “propósitos de lucro en pugna con el tenor de bien público que caracteriza la constitución y existencia de toda fundación”.